La decisión de éste viernes pasado en el consejo de ministros, en el que se eliminaron las primas a las energías renovables supone, una vez más, un duro golpe al desarrollo de nuestra región. Una decisión de éste tipo, supondrá la pérdida de más de 300 puestos de trabajo en la provincia de Cuenca, los mismos que una y otra vez se presumen que se van a crear, dentro de un año y medio en la construcción del cementerio nuclear.
Mientras que la empresa pública Enresa (la cual se financia en parte con el dinero de todos nosotros), compra voluntades llevando a algunos alcaldes a su sede y Madrid y volando en primera clase destino Holanda, los ciudadanos de ésta región, estamos cada vez más asfixiados. Así mismo la fundación Enresa financia la semana de la música religiosa de Cuenca y negocia con el Rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, profesores, maestros y enseñanza pública, se debaten entre el ser o no ser.
Nosotros, los ciudadanos, sufrimos las consecuencias de un cambio en la política energética que nos condena al desempleo (la energía nuclear no puede convivir con la renovables) a vivir con un riesgo que no hemos elegido y a hipotecar nuestra vida y nuestro futuro.
La plataforma contra el cementerio nuclear en Cuenca, estará en la manifestación del 11 de febrero en Toledo y manifiesta su apoyo a cualquier decisión injusta y antidemocrática que lejos de mejorar nuestro futuro, nos condena a los intereses de los más grandes.
Es necesario que ésto se vea reflejado en la concentración del día 12 en Villar de Cañas. Tantos currículums que se han entregado en Villar de Cañas y ¿Cuántos trabajadores despedidos y con un futuro incierto, por ésta apuesta y ésta decisión?. Todos a la calle el día 11 de febrero e Toledo, todos a la calle el día 12 de febrero en Villar de Cañas.
María Andrés Azcoitia
Vecina de Villares del Saz y portavoz de la Plataforma contra el Cementerio Nuclaear en Cuenca
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