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Érase una vez un pueblecito llamado Nohales

Por Redacción
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localcuencanewses/5/5/16
jueves 31 de marzo de 2011, 10:11h

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Érase una vez en un pequeño pueblecito o barrio muy cercano a una cercana y pequeñita ciudad donde parte de los vecinos se encontraban inmersos en unos enfrentamientos y luchas tan ardorosos como inútiles, asistiendo todos los demás desde sus casas a ese ridículo tan espantoso que supone no hacer las cosas todos a una, sino hacerlas por intereses de las personas poderosas, que serían al final quienes recogerían los frutos de esos enfrentamientos.

Una de estas personas poderosas, además, cada vez mas poderosa (jijiji), tenía un nombre que ya casi no recuerdo, aunque lo que si recuerdo perfectamente es que un día lo consideré amigo y de buenas a primeras, cuando ya sacó de mí y de otros lo que le interesaba se posicionó en contra, era de las típicas personas que dicen… (o conmigo o contra mí). ¡Cuánto peligro tienen ese tipo de personas o personajes!.



Todavía recuerdo claramente, aunque no recuerdo bien su nombre, que siendo éste la persona mas poderosa del pueblo, todos los que formábamos un grupito de personas con ganas de progresar y de contribuir así mismo al progreso del pueblo lo apoyamos para que tratara de conseguir mejoras que redundarían en esta pequeñita localidad. ¿Cómo caímos en su sucio juego?, supongo que éramos personas bienintencionadas y políticamente inexpertas.

Nos pedía que hiciéramos presión escribiendo a la prensa y mandando cartas al Señor de la Ciudad, (más poderoso que él), así podría presionar por su lado a ese Señor para que dulcificase las condiciones de vida de la población y ciertamente, algo si que logró, hay que reconocerlo.

Esa persona, la más poderosa de este pueblecito en aquellos momentos compartía mesa y mantel con nosotros en nuestras casas, en nuestras fiestas, en los bares…., dirigía y mandaba. Nosotros, los plebeyos, lo acogíamos a nuestro lado como un amigo, aunque eso nos costase algo de dinero.

Un día, acercándose a meses vista la elección de representantes en el pueblo grande…, las aspiraciones de esa persona de cuyo nombre no me acuerdo o es posible que no quiera acordarme, nos propuso……, “podríais ir a hablar vosotros con el responsable de las listas para la elección de representantes de la ciudad y proponerle que yo sea uno de ellos, así de esa forma, haré muchas cosas por el pueblecito”…; también nos insinuó que una mujer a la que consideraba peligrosa llegaría a disputarle el puesto de persona mas poderosa del pueblecito, pero él sería mas fuerte e influyente que ella y podría protegernos desde la ciudad a todos. Así todos seríamos muy felices, (al final resultó que esa mujer era más válida y mejor que él, ella no utilizaba de esa forma a los amigos).

Antes de disputarse toda la gente poderosa los puestos mas codiciados, los dirigentes de un grupito de personas  que hacían cosas por el pueblo quedaron descabezados por la dimisión de su dirigente y salió una camarilla de amigos y conocidos a la palestra para no dejar el grupito sin personas en su dirección y eso molestó muchísimo a ese señor tan poderoso que se enfrentó al grupo de los que le consideraban amigo y ni que decir tiene…., cejaron en su intención. Le cegó ver el poder tan de cerca. Por un lado era el mas poderoso del pueblecito, por otro, sería el que dirigiera el grupito que se encargaba básicamente de organizar fiestas, por otro, tenia la baza a su favor de que haber conseguido una buena posición para entrar a formar parte de las personas poderosas que dirigirían la ciudad…., era un golpe perfecto. ¡Se me olvidaba!, también los tontos útiles de sus amigos, habrían dado la cara por él delante de su jefe, el que ponía y quitaba personal elegible y todo eso además, dejando en entredicho a la otra persona que podría disputarle su puesto. Además, todo ello ¡GRATIS!. El único precio a pagar sería quedarse sin esos amigos, pero daba igual, ellos tenían otras ideas, pensaban de forma libre….

Poco antes del proceso para elegir las personas poderosas en la ciudad y en el pueblecito, se aseguró de pedir también a los ingratos vecinos que lo consideraban amigo que si ganaba el proceso un grupo distinto donde se encontraba él bien posicionado, presionaran a los vencedores para que le dejaran de persona mas poderosa del pueblecito…., ¡joer, vaya afán!.

Pues pasó lo que era posible que pasara, aunque parecía algo improbable, que el grupo donde estaba bien situado la persona hasta entonces mas poderosa del pueblecito y tuvo que traspasar el cargo a una persona que también le consideraba amigo; eso sí, por si acaso…., mientras esta otra persona fuese la persona mas poderosa del pueblecito, tendría que obstaculizarle, zancadillearle, etc.; y eso que le consideraban un amigo.

Ahora en la actualidad, una de las personas que consideraban amigo a este que fue la persona mas poderosa del pueblecito y ahora es el último de los que dirigen la ciudad, es considerado por este como “Facha malo” en sus conversaciones con otras personas e intenta perjudicarle en su lícita aspiración de legalizar un terreno de su propiedad, eso sí, no habla de una casita de campo con piscina en un terreno entre la vía del tren y el río Júcar, aunque yo no lo voy a hacer todavía, es muy probable que cuando proceda lo haga…..

No tengo ni idea de si este pequeño relato inventado pudiera tener algún parecido con alguna historia real, alguien se dará por aludido o albergará alguna moraleja, pero lo que si es cierto es que hay varios dichos castellanos muy sabios que quiero añadir… “Dios da sombrero a quien no tiene cabeza”, “Cada uno al final tiene lo que se merece” y “Quién siembra vientos recoge tempestades”, “Quien tiene un amigo tiene un tesoro. ¡Vaya que si!”… , "El que se pica ajos come" y “Hasta las paredes oyen….”.

Continuará………………..

 

 

Pedro M. Gómez

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