Este lunes habrá una nueva concentración contra la violencia de genero

Lo peor es la sensación de costumbre que se ha instalado en una gran parte de la sociedad y así lo transmite. Lo peor es admitir que estos asesinatos se han de suceder porque el hombre y la mujer no pueden vivir en condiciones de respeto y de igualdad. Este mito se hace una realidad y pesa como una enorme losa cada vez que un hombre mata a su pareja. Sin embargo sabemos que es un mito, que es falso, que sí se pueden mantener relaciones entre mujeres y hombres sin violencias, sin vejaciones, sin abusos, en convivencia normalizada, en tolerancia y en libertad.

¿Por qué cuesta tanto asumir que los cambios se deben provocar? Hay que enseñar a practicar una nueva cultura, una nueva relación de pareja. Hay que favorecer las relaciones no violentas en todos los ámbitos de la vida, desde la infancia y sus juegos hasta el trabajo y su competitividad. Aquí debemos implicarnos todas, todos. Si logramos convencernos, si logramos creernos que tenemos razones poderosas para defender la igualdad, para ejercer la igualdad, entonces nuestros actos, nuestras palabras y nuestros sentimientos empezarán a exigir una realidad así, seremos intolerantes con la violencia donde quiere que se ejerza, denunciaremos cualquier atisbo de violencia o abuso venga de donde venga y sin importarnos contra quién se dirija. Hacen falta referentes sociales, famosos, que influyan y marquen estereotipos de igualdad. Hace falta que la igualdad se ponga de moda. Ya sabemos cómo se generan las modas, con inversiones interesantes, interesadas. Hagamos que interese la moda en igualdad, pongamos de moda la igualdad, que todas las instituciones públicas inviertan en este negocio, saldríamos ganando todas y todos y valdría la pena sólo por evitar el cuenteo de mujeres asesinadas que llevamos en este año, en este país. Porque la vida de una mujer  vale lo mismo que la de un hombre.