No sólo se limitaron a criticar unos (Pérez, Osma y Cubillo) y a justificar otro (López) la mencionada reforma laboral sino que también pusieron encima de la mesa propuestas alternativas para una salida justa de la crisis, la recuperación del papel del sector público, la reforma fiscal progresiva, la inyección de crédito para pequeños y medianos empresarios, trabajadores y familias, entre otras, como plantearon los representantes de la Asamblea y de IU. Por su parte el portavoz de Nuevas Generaciones analizó las políticas sociales del gobierno de ZP y criticó que las medidas adoptadas por el PSOE fueran acertadas. Argumentos que rebatió el representante de las Juventudes Socialistas quien también abordó la cuestión de la reforma de las pensiones y justificó, sobre todo en la perspectiva demográfica y las finanzas de la Seguridad Social, el acuerdo entre gobierno, sindicatos y empresarios.
Asistentes a la charla-debate también tuvieron la oportunidad de intervenir para expresar sus opiniones y valoraciones sobre las posiciones de las cuatro organizaciones participantes. Y cerró la mesa redonda Enrique Gasco, profesor titular de Derecho del Trabajo en la universidad regional, quien había sido el encargado de desarrollar la ponencia introductoria que tituló” “De la huelga general al acuerdo”, tomando referencias en la huelga del 29 S y el acuerdo económico social del pasado mes de febrero.
Gasco García, que fue presentado por el presidente del colectivo republicano, Miguel Ángel Doménech, hizo un repaso histórico de las reformas laborales desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores hasta el último real decreto ley que recoge las medidas que tienen que aprobarse en el trámite parlamentario.
Enrique Gasco explicó los contenidos del RDL 10/2010 y analizó como las diferentes reformas, “o contrarreformas” como las calificó, “han ido siempre perjudicando los intereses de la clase trabajadora en aras de mejoras que no han sido nunca tales y que como se está demostrando ahora vienen impuestas por los organismos internacionales bajo la vitola de términos como flexibilidad o competitividad, que son palabras bajo los que se esconden los intereses de los mercados y los grandes capitales”, afirmó el profesor universitario y miembro de la Asociación republicana.
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