¿Qué es la dislexia y cuáles son sus indicios?

Al igual que la dislexia, la discalculia no desaparece del todo, pero sí se puede ir reduciendo. Para solucionar este trastorno hay que trabajar con los métodos y procesos apropiados para este segmento de la población infantil. Muchos creen que la solución a este problema es abandonar la materia o reincidir en el temario de clase, pero no, con un sistema adaptado a ellos, pueden aprender lo básico, para emplear los cálculos más habituales en su día a día.

Esta dificultad para entender los números y sus cálculos, se manifiesta en el bajo rendimiento académico conforme va pasando el curso escolar, aunque existen síntomas que posibilitan su detección y diagnóstico cuando el niño tiene entre 4 y 5 años. Estos indicios pueden aparecer: a la hora de diferenciar qué número es mayor o menor, saber qué número va entre dos cifras, hacer operaciones y cálculos o si se le olvida algún número cuando está realizando alguna cuenta. Estos signos notables suelen aparecen en el último curso de educación infantil, es decir en el parvulario y, conviene estar pendiente, ya que estos son síntomas de discalculia.

Otros indicios de discalculia, son la dificultad para la cuenta atrás o para manejar números grandes, la falta de agilidad a la hora de aplicar una operación para resolver un problema o la incapacidad de memorizar las tablas de multiplicar, entre otros.

Si los profesores o los padres del niño detectan algunos de los síntomas citados anteriormente, es aconsejable acudir al psicólogo o consultar a un logopeda de algún centro especializado en estos trastornos, para que realicen el diagnóstico ante la posible aparición de este trastorno de aprendizaje y compre.