Tras la votación celebrada ayer en el Congreso de los Diputados, y que con 318 votos a favor tomó en consideración dicha reforma, Ana Mª Sánchez indicó que los diputados que así votaron “tendrán el lamentable honor de haber contribuido a hacer más precaria todavía la vida de los trabajadores”.
Para Izquierda Unida elevar al máximo rango legal algo como el nivel del déficit, que solo es un instrumento de política económica, es una aberración tanto económica como política, porque implica que no se podrán financiar en el tiempo los gastos y las inversiones a largo plazo que hacen falta para mantener servicios educativos, sanidad, etc. Servicios que se podrían ver hurtados a buena parte de los trabajadores a los que se les condena a recurrir a los servicios privados. ¿Y si no pueden?. Los derechos sociales no pueden estar supeditados a los ingresos que puntualmente vaya a tener el estado durante un año, puesto que entonces dejan de ser derechos para convertirse en declaración de intenciones solamente, o en conductas caritativas.
La reforma propuesta introduce el dogmatismo neoliberal en el texto constitucional, refleja presiones inaceptables ajenas a la soberanía nacional y cuestiona todos los derechos sociales reconocidos, cuya protección pierde toda garantía legal. El gasto público es un estimulante del crecimiento económico. Significa que si se reduce el gasto público se reduce la capacidad de crecimiento de una economía y eso lleva a que habrá un menor consumo de todo tipo, y finalmente una recesión económica.
Para Sánchez, se presentan varios interrogantes: ¿“porqué no declaramos inconstitucionales (ya que nos ponemos) tasas de paro superiores al 10%, o tasas de precariedad superiores al 15%, o tasas de pobreza superiores al 7%... o la especulación inmobiliaria, o los salarios por debajo de 1200 €”?
Finalmente se preguntó: ¿Dónde queda la soberanía del pueblo español si tenemos que hacer lo que dictan colectivos y organismos tan poco democráticos como los especuladores y los banqueros, las agencias de calificación, el BCE o el FMI? ¿Podemos decidir algo de lo que afecte a nuestras vidas? ¿Estamos en un estado democrático o en una dictadura capitalista? ¿Sirven para algo las elecciones si luego nos aplican por real decreto lo que otros ajenos decidan? ¿Por qué no se ha permitido la reforma de la constitución en 33 años por parte de PP y PSOE para resolver demandas ciudadanas importantes? Por último hizo un llamamiento a todos los conquenses para que participen en los actos de protesta que se convocan.
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No(
