A partir de los datos obtenidos de las estaciones de medida ubicadas en Albacete, Azuqueca de Henares Guadalajara), Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Illescas (Toledo), Puertollano (Ciudad Real), Talavera de la Reina y Toledo a lo largo de los años que comprende el estudio, la contaminación atmosférica en nuestra región se ha mantenido en valores por debajo de los máximos establecidos en la legislación sobre protección de la atmósfera para todos los contaminantes estudiados, dándose superaciones de estos valores únicamente y de forma puntual para el ozono troposférico.
Los niveles de dióxido de azufre y monóxido de carbono son los que han bajado de forma más marcada en este periodo, mientras que en el caso de los óxidos de nitrógeno este descenso es menos acusado. En el caso de las partículas en suspensión, y una vez descontados los fenómenos de intrusión de polvo procedente del Sahara, también se observa una tendencia descendente.
El informe incluye también información relativa a la contaminación de fondo regional, es decir, la existente en zonas alejadas de los focos de emisión directa, para la que existe una red de control a nivel nacional que incluye una estación en nuestra comunidad autónoma, localizada en San Pablo de los Montes (Toledo). A este respecto también se observa una mejora clara y generalizada de la calidad del aire de fondo regional.
Efecto positivo de las políticas ambientales
Para la directora general de Calidad e Impacto Ambiental, Matilde Basarán, “estos resultados muestran un claro efecto positivo y beneficioso de las políticas ambientales seguidas en calidad del aire en los últimos años”.
En este sentido, ha destacado medidas implementadas, como la reducción del contenido de azufre en los combustibles o la aplicación de la normativa de control y prevención integrados de la contaminación se han mostrado como herramientas eficaces para conseguir una mejora de nuestra calidad ambiental.