Por ello, no es de extrañar que su presidenta, Paloma García Casado, realice un balance positivo destacando no solo el mayor número de visitas, sino también el alto grado de satisfacción de los expositores presentes en la feria, que este año se han elevado a un total de 55. En concreto, el 90 por ciento de los expositores, que ha respondido a la encuesta del Patronato, asegura estar satisfecho o medianamente satisfecho con la feria, a la vez que dicha satisfacción se estima en el 76 por ciento si hablamos del horario de apertura al público, que se fijó de 10:30 a 14 horas y de 17 a 21 horas.
Y es que han sido muchas las personas que han querido disfrutar del amplio y vasto escaparate de productos alimenticios que ofrecía la feria, si bien no hay que dejar a un lado las visitas profesionales registradas. Y es que, según las cifras del Patronato, más de la mitad de los expositores han recibido este tipo de visitas. No en vano, el volumen de negocio se ha estimado en torno a los 300.000 euros, destacando sobre las demás las operaciones con un importe total comprendido entre los 501 y los 1.000 euros, aunque también se produjeron de más de 1.500 €.
A ello se suma la excelente respuesta del público a las actividades paralelas de la feria, como han sido la charla y curso de manipulador de alimentos organizadas por CEOE CEPYME Cuenca, así como las catas de la Denominación de Origen Aceite de la Alcarria, así como de las DO vinícolas de La Mancha, Manchuela, Ribera del Júcar y Uclés.
En definitiva, una edición que ha cumplido con las expectativas marcadas en un principio, aunque desde el Patronato se continuará trabajando para seguir mejorando y hacer cada vez más atractiva esta feria, de lo que ya es después de 18 ediciones.
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