En la sentencia 14.3.2013-ASUNTO C-415/11 de la Sala Primera del Tribunal de Justicia Europeo, a la se refiere la PAH, se dice que “las cláusulas contractuales que no se hayan negociado individualmente se considerarán abusivas si, pese a las exigencias de la buena fe, causan en detrimento del consumidor un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes que se derivan del contrato” y que “se considerará que una cláusula no se ha negociado individualmente cuando haya sido redactada previamente y el consumidor no haya podido influir sobre su contenido, en particular en el caso de los contratos de adhesión”.
Este es el caso de los afectados a los que acompañó la PAH y también el de la mayoría de las personas que tienen una hipoteca actualmente, hasta un 80%, puesto que nadie les ha explicado los efectos de las cláusulas incluidas en sus contratos. Por ello estos afectados solicitaban su eliminación. Sin embargo la respuesta en todos los casos ha sido la misma: las entidades bancarias se niegan a su eliminación negando implícitamente la existencia de tal sentencia en sus escritos de rechazo.
La PAH considera que el Tribunal dicta sentencia aplicando una directiva (ley europea) que tiene plena vigencia en nuestro país. Se trata de la Directiva 93/13/CEE del Consejo, de 5 de abril de 1993, sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores. Que las entidades financieras insistan en mantener cláusulas declaradas abusivas por el tribunal europeo constituye un disparate. Y que mantengan las cláusulas abusivas en sus contratos hipotecarios, las entidades que están siendo rescatadas por los contribuyentes es escandaloso e indecente.