Un grupo de peregrinos de Cuenca encabezados por el obispo de la diócesis, Mons. José Mª Yanguas, han llevado hasta el Pirineo de Huesca una imagen de la Patrona de la ciudad, la Virgen de la Luz. La peregrinación ha sido organizada por la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Luz, y ha desplazado un autobús hasta el santuario de Torreciudad, situado en el Altoaragón.
Los actos han comenzado con la proyección de un audiovisual sobre la Ruta Mariana Lourdes-Torreciudad-El Pilar-Montserrat en la Oficina de Información del santuario. A continuación los participantes han rezado el Rosario en procesión por los soportales de la explanada, acompañando la imagen de la Virgen de la Luz, adornada con vistosas flores y llevada en andas por turnos. Después han realizado una visita guiada recorriendo distintos puntos de interés: el retablo de alabastro, la cripta de confesonarios, las capillas dedicadas a la Virgen de Guadalupe, El Pilar y Loreto, la Galería de Advocaciones Marianas…
Luego han asistido a la celebración de la eucaristía, en cuya homilía Mons. Yanguas ha subrayado la importancia del trato con la Virgen para un cristiano coherente, y los detalles que como Madre buena sabe tener con sus hijos. Después el grupo ha bajado a visitar la antigua ermita medieval, origen de la devoción mariana a la Virgen de Torreciudad, y lugar habitual de peregrinación de los padres de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei e impulsor de la construcción del nuevo santuario.
Al terminar la peregrinación la réplica de la Patrona de Cuenca ha quedado entronizada en la Galería de Advocaciones Marianas de Torreciudad, y se ha añadido al conjunto de más de trescientas imágenes traídas por sus devotos desde distintos lugares de todo el mundo. “La talla ha quedado preciosa -ha comentado Mons. Yanguas- es muy guapa y no desmerece nada con las demás”.
D. Ángel García es titular de la parroquia de la Virgen de la Luz, una de las iglesias barrocas más espléndidas de Cuenca. “La Virgen es algo especial, atrae a los fieles. Sea aquí o donde sea, siempre tiene a sus hijos cerca. Los peregrinos están entusiasmados De la misma opinión era Antonio Carrasco, secretario de la Hermandad, que ha mostrado su satisfacción porque “la gente se va feliz, muy contenta. La acogida ha sido extraordinaria, y ya tenemos ganas de volver, si Dios quiere el año que viene”.
Beatriz y Coral han sido las peregrinas más jóvenes, con 12 y 15 años de edad respectivamente. “Me ha gustado todo mucho –dice Beatriz-, y estoy aquí porque quiero mucho a la Virgen”. A Coral le ha encantado el paisaje: “Esto es como muy natural, es un entorno fantástico, a mi la naturaleza me encanta”, aunque le movía a venir otra cosa: “Desde pequeñita le tengo devoción a la Virgen de la Luz porque mi abuela así nos lo enseñó, siempre le he llevado un ramo de flores en la ofrenda”.
La peregrina más “veterana” también ha sido una mujer: Fausta, con 88 años, no ha dudado en afrontar las molestias que supone un viaje largo: “Por la Virgen se hace lo que haga falta”. Mª Victoria es una de las religiosas de las Esclavas Carmelitas de la Sagrada Familia que ha acompañado a los peregrinos: “Es una maravilla el día soleado que nos ha hecho, y he disfrutado mucho trayendo aquí a la Virgen de la Luz, estará como en su casa”.
Otras advocaciones castellano-manchegas que se encuentran en la galería mariana de Torreciudad son Nuestra Señora de la Zarza (Cañete), Nuestra Señora de la Asunción (Henarejos), Nuestra Señora de la Antigua de Manjavacas (Mota del Cuervo), la Virgen de Tejada (Garaballa y Mira), Nuestra Señora de los Llanos (Albacete), o la Virgen del Prado (Ciudad Real).
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