El Grupo Municipal Popular ha declarado hoy que las maniobras de Juan Ávila en torno al convenio colectivo de los trabajadores de la Fundación de Cultura originan al ayuntamiento un nuevo gasto de casi un millón de euros.
Los populares han explicado que fue en noviembre de 2007 cuando el que entonces era director de la Fundación de Cultura, D. José Luis Muñoz, firma un convenio con los trabajadores, “a espaldas del Patronato de la Fundación que entonces presidía Francisco Pulido, una vez que conoce que va a ser cesado como director”. Esto, unido a que una de las beneficiarias de este convenio es familiar directo del Sr. Muñoz, da cuenta, según el PP, de la gravedad del caso.
Desde el PP se continúa explicando que “la firma de este convenio supone una carga económica tan grande para la Fundación que resulta difícil de asumir. Por eso el entonces concejal de Cultura, Emilio Catalá, propone que las instituciones que colaboran con el ayuntamiento en la Fundación incrementen sus aportaciones para poder hacer frente al convenio. En ese momento, Juan Ávila, que es presidente de la Diputación, se niega a aumentar su participación aduciendo que “la responsabilidad es del ayuntamiento, que ostenta la presidencia del Patronato cuando se firma el convenio, y que la Diputación tiene la responsabilidad de invertir no sólo en un municipio de Cuenca sino en todos los que componen la provincia”, tal como se puede leer en las actas de las reuniones del Patronato.
Los concejales populares siguen relatando que “dada la negativa de Juan Ávila, como presidente de la Diputación, a incrementar su aportación para poder cumplir con el convenio, el patronato de la Fundación decide impugnar dicho convenio ya que, según los informes jurídicos que tenían en ese momento, el convenio era nulo de pleno derecho porque había sido firmado por el director sin la aprobación del Patronato”. Desde el PP se señala que “tras diversas vicisitudes jurídicas en las que la impugnación del convenio “viaja” de un juzgado a otro, tras el cambio de corporación por el que Juan Ávila se convierte en alcalde, éste, como presidente de la Fundación de Cultura, decide no defender a la misma y desiste en la defensa de la impugnación presentada, sin que sepamos en este momento si tenía o no informes jurídicos que avalasen ese desistimiento”.
Desde el Grupo Popular han declarado que “los manejos de Ávila para intentar desestabilizar a la Fundación durante el mandato del PP se le han vuelto ahora en contra y llevan al ayuntamiento a tener que incrementar su gasto de manera imprevista en casi un millón de euros”.
Los populares recuerdan que este millón de euros que el consistorio va a transferir a la Fundación; más los dos millones de euros que, como mínimo, el ayuntamiento tiene que pagar a la anterior concesionaria de la empresa de autobuses, por auto judicial; más los 3,6 millones que el ayuntamiento adeuda al Consorcio, suponen un montante de 6, 6 millones de euros a los que el ayuntamiento tiene que hacer frente y para los que, en este momento, no tiene consignación presupuestaria.
Los ediles del PP han terminado diciendo que: “estos son parte de los “pufos” económicos que Ávila dejará al futuro alcalde Ángel Mariscal”,
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