Según esta encuesta, el 75,2% de los ciudadanos de Castilla-La Mancha piensan que su sanidad pública funciona bien y puntúan con un 7,71 la calidad de la asistencia sanitaria que prestan los profesionales. Un porcentaje que ha aumentado 3 puntos desde 2010 y más de 12 puntos en la última década y por el contrario se reduce en 5 puntos el número de ciudadanos que pensaban que se necesitan cambios fundamentales que en 2010 apenas supera el 20% frente al 25,3% del año anterior.
Para Lamata, estos datos resultan de gran importancia teniendo en cuenta que la frecuencia de uso del sistema sanitario por parte de los ciudadanos ha registrado un importante incremento en el último año. Así, el 78,7% de las personas encuestadas ha visitado una consulta pública de atención Primaria frente al 71,4% del año anterior; el 50,1% de los ciudadanos ha acudido a una consulta pública de atención especializada frente al 48,8% del pasado año y también en los últimos tres años un 37,1% de los ciudadanos ha estado en un hospital público para ingreso de él mismo o de algún familiar.
Estos resultados, explicó Lamata, avalan la buena gestión del Gobierno de José María Barreda en la sanidad pública regional y denotan que hemos construido entre todos un sistema sanitario que funciona bastante bien y con capacidad para dar respuesta a los retos asistenciales del siglo XXI, aunque necesite seguir mejorando en función de nuevas demandas y necesidades.
El titular de Salud y Bienestar Social, que aprovechó la presentación del último barómetro sanitario de 2010 para felicitar a los más de 25.000 profesionales que desarrollan su labor en la sanidad pública regional, subrayó también la valoración con notable que los ciudadanos les otorgan tanto en Atención Primaria como en Especializada y en todos los indicadores como el trato, el cuidado recibido y el tiempo dedicado tanto por parte de los facultativos como de la enfermería.
Los ciudadanos también puntúan por encima de 7,6 otras actitudes de los profesionales hacia los pacientes como las relacionadas con la información y las pautas a seguir, el seguimiento de cada caso, el respeto a la intimidad del paciente y la amabilidad del personal no sanitario.
De igual modo, los castellano-manchegos valoran muy positivamente otros aspectos relacionados con la limpieza de los centros, las visitas a los pacientes y las facilidades de los familiares para permanecer junto al enfermo.
Además, cuando se pregunta a los castellano-manchegos si la asistencia sanitaria pública en Castilla-La Mancha es mejor, igual o peor que en el resto de las comunidades autónomas la mayoría cree que es igual. Ahora bien hace diez años, sólo el 4,9% de los castellano-manchegos decía que era mejor que en la mayoría de las comunidades autónomas y en noviembre de 2010, ese porcentaje se eleva al 23,4%, casi cinco veces más.
También se reduce significativamente el porcentaje de personas que pensaban que su sanidad pública era peor que en la mayoría de regiones. En noviembre de 2000 era un 20,3% y diez años después, se reduce en siete puntos, hasta situarse en el 13,1% lo que “nos ha permitido a los castellano-manchegos disponer de una sanidad pública que se sitúa en los principales indicadores asistenciales, por encima de la media nacional y reconocida por los propios ciudadanos y por los profesionales de otras comunidades autónomas”.
Además, el 74,04% de los castellano-manchegos valoran de forma positiva su salud, lo que sitúa la salud percibida por nuestros conciudadanos. Es decir, los castellano-manchegos perciben que su estado de salud es bueno o muy bueno, destacando por encima de la media del resto de España. Por sexos, los hombres perciben su salud por encima del resto de la media nacional.
Finalmente, el titular de las políticas de salud y de bienestar social de Castilla-La Mancha ha resaltado que somos la cuarta región con menor tasa del país de defunciones por mortalidad evitable por enfermedades sensibles a prevención primaria y mostró su satisfacción por la valoración que hacen de nuestros sistema público de salud entidades como la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública que sitúa a Castilla-La Mancha como la tercera región con los mejores servicios sanitarios públicos de España.
Fernando Lamata compareció ante los medios de comunicación acompañado de Blanca Parra, subdirectora de la nueva Fundación Socio-Sanitaria de Castilla-La Mancha (fruto de la fusión de las extintas FISLEM, FISCAM Y FUCAMDI).
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