Hoy se ha celebrado un sencillo acto de bienvenida al que se ha sumado el delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, que ha respondido a la invitación de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y del Ayuntamiento de Motilla del Palancar. Pardo ha estado acompañado por la concejal de Servicios Sociales de Motilla, Toñi, García y por el diputado provincial, Daniel López, además del coordinador del programa a nivel regional, Silvestre del Río y miembros de la delegación de Cuenca.
Durante el acto el delegado ha destacado la solidaridad de nuestra región que se convierte en la segunda de todo el país en número de niños acogido, “sólo nos supera Andalucía y si tenemos en cuenta que esta comunidad tiene muchos más habitantes podemos afirmar que, porcentualmente, somos los primeros a la hora de acoger a los niños saharauis, algo que nos tiene que hacernos sentirnos muy orgullosos”.
Por su parte el coordinador regional del programa Vacaciones en Paz, Silvestre del Río, ha agradecido la visita de los representantes institucionales a los que ha asegurado “que después del día de hoy estoy seguro de que se van a enganchar a nuestro programa”. Del Río ha señalado que el operativo de recepción de los niños ha funcionado a la perfección y ha agradecido al Ayuntamiento de Motilla su ayuda y colaboración.
Más de 200 personas han trabajado de forma incansable durante el fin de semana para recibir a los 460 niños saharauis y que para que, durante las horas que han permanecido en el colegio San Gil Abad de Motilla a la espera de que fueran distribuidos entre sus familias, no les faltara de nada. Del Río también ha tenido palabras de gratitud para Cruz Roja y para los voluntarios del operativo.
Para finalizar la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Motilla, Toñi García, ha abierto la puerta a que el consistorio repita el próximo año y la localidad vuelva a ser el punto de recepción de los niños saharauis, “merece la pena sólo con ver la cara de felicidad con la que han llegado los pequeños”.
Los 460 niños saharauis pasarán los próximos dos meses acogidos en familias de la región disfrutando de muchas cosas a las que no tienen acceso en su lugar de origen y recibiendo el cariño de los castellano-manchegos.
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