El PCE denuncia la elevada siniestralidad laboral en Cuenca y exige un plan de choque urgente

El Partido Comunista de España (PCE) en Cuenca ha mostrado su "profunda preocupación y repulsa" ante los últimos datos del Ministerio de Trabajo, que sitúan a la provincia como la de mayor siniestralidad laboral de todo el país. Según las cifras oficiales, entre enero y abril se registraron 1.049 accidentes laborales, tres de ellos con resultado mortal.

Para el PCE, esta realidad “no es fruto del azar”, sino de un modelo económico que “fomenta la precariedad, la desregulación y la impunidad empresarial”. Denuncian especialmente la falta de representación sindical, la escasez de recursos en la Inspección de Trabajo y el predominio de pequeñas empresas dispersas geográficamente, como factores que agravan la situación.

Ante este panorama, el PCE exige la implementación inmediata de un plan de choque contra la siniestralidad laboral en Cuenca, con participación activa de los sindicatos de clase y comités de empresa. Entre las medidas propuestas, destacan:

• Creación de la figura del delegado territorial de prevención, para vigilar el cumplimiento de la normativa en empresas sin representación sindical.

• Refuerzo urgente de la Inspección de Trabajo y del Servicio de Seguridad y Salud Laboral de la Delegación de Cuenca.

• Puesta en marcha del Instituto Regional de Seguridad y Salud Laboral, como herramienta clave para coordinar políticas preventivas eficaces.

• Cumplimiento estricto de la normativa en prevención de riesgos laborales, sin excepciones.

El partido ha subrayado que “ningún trabajador o trabajadora debe perder la vida por acudir a su puesto de trabajo”, y ha advertido que la vida de la clase trabajadora “no puede seguir siendo moneda de cambio en un sistema que antepone los beneficios económicos a la dignidad humana”.

Finalmente, el PCE ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas sociales y políticas comprometidas con los derechos laborales a sumar esfuerzos para frenar esta tendencia: “La seguridad en el trabajo no es un lujo, es un derecho”, han concluido.