El 24-22 del BM Cuenca sobre el Tubos Aranda Villa de Aranda dejó emociones cruzadas: Vicente Poveda lamentó haber dejado escapar un empate que tuvieron al alcance, mientras que Daniel Arguillas celebró un triunfo que refuerza la resiliencia y la identidad defensiva del conjunto conquense.
El BM Cuenca se impuso por 24-22 al Tubos Aranda Villa de Aranda en un duelo de alta tensión que dejó sensaciones contrapuestas en sus protagonistas: mientras Vicente Poveda reconocía el “sabor agridulce” de haber tenido el empate en la mano, Daniel Arguillas celebraba un triunfo que, asegura, reafirma la identidad defensiva del conjunto conquense.
Vicente Poveda, uno de los referentes ofensivos del conjunto burgalés, admitió que el partido se desarrolló tal y como esperaban: “Sabíamos que iba a ser un partido muy duro y muy peleado por los dos equipos”, señaló. El jugador recordó la renta de tres goles que llegaron a tener en la segunda parte y que no supieron mantener: “No hemos sabido llevarlo a falta de 10 o 15 minutos. Ellos se han vuelto a poner por encima, han controlado el partido y hemos tenido la última para empatar”.
Poveda reconoció que perder así “duele”, especialmente por la cercanía del objetivo, pero también destacó la lectura positiva: “Es señal de que estamos trabajando bien. Este partido demuestra que estamos en la senda del buen camino”. Además, quiso dedicar unas palabras a la afición arandina, volcada una vez más con el equipo: “Nuestra afición es increíble, nos acompaña a todos lados. Hoy en Cuenca, pero también en Logroño y en Valladolid, donde éramos más de 500. Es un privilegio”.
En el lado conquense, Daniel Arguillas fue uno de los nombres propios del encuentro tras irrumpir en la segunda mitad con una actuación decisiva bajo palos. El guardameta valoró el triunfo como “un hito más” dentro de la identidad que el equipo está construyendo esta temporada: “Estamos dando lección tras lección de resiliencia. Hoy se ha puesto muy difícil, pero lo hemos sacado. Muy pocos equipos encajan 22 goles en casa y estamos orgullosos de la defensa que tenemos”.
Arguillas, recién regresado tras una lesión, no ocultó su satisfacción personal por haber sido revulsivo para el equipo: “Estoy muy orgulloso. Cada vez me noto mejor y poder plasmarlo hoy es muy especial. Yo salgo para ayudar a mi equipo, y con la victoria soy más feliz que nadie. Tener aquí a mi familia lo hace aún mejor”.
El portero también agradeció el apoyo de la afición conquense, que coreó su nombre tras sus intervenciones decisivas: “Me he sentido querido desde el primer segundo y cada día es igual. Es un orgullo”.
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