La cascada de suspensiones de fiestas por la pandemia de coronavirus que planea en los pueblos de la España vaciada, en los que las orquestas son la principal esencia de muchas celebraciones, pone en jaque la supervivencia de las agrupaciones musicales conquenses.
Ayuntamientos como los de El Pedernoso o Motilla del Palancar ya han acordado suspender las fiestas patronales para este verano, momento en el que las orquestas hacen “el agosto, en agosto”, señala a Efe Pepe Villena, batería del Grupo Bazter, que lleva casi cuatro décadas poniendo música a las noches de multitud de pueblos conquenses.
Desde enero sólo han podido tocar dos veces y todas las contrataciones hasta mitad de junio les han sido anuladas, mientras están pendientes de qué pasará en agosto o septiembre.
Muchos alcaldes consultados tienen la suspensión de las fiestas sobre la mesa, aunque todavía no han adoptado el acuerdo de forma definitiva.
Así, Villena reconoce que el futuro es “muy muy negro” para los componentes de la banda, siete músicos, cuatro montadores y dos técnicos que no tienen ninguna fuente de ingresos en estos momentos y siguen sin recibir “ningún tipo de ayudas”, apunta con preocupación.
El grupo, del País Vasco, cuenta con dos componentes de Castilla-La Mancha, entre otros el bajista, Miguel Osma, y sus actuaciones son prácticamente diarias durante el mes de agosto, y muchas semanas de septiembre, pero ahora temen que pueden ser los últimos en salir a escena.
“Mantener la distancia de seguridad en una verbena de verano no es fácil”, señala por su parte Andrés Gabaldón, bajista del grupo conquense Skaner, quien asegura que lo de ensayar en durante el confinamiento es “muy complicado” por “temas de sincronización”.
Sabe que el futuro que se presenta no será fácil y algunos de los seis componentes del grupo se “reinventan” como pueden, como por ejemplo, dando clases de guitarra o de bajo por internet.
El grupo Revoluzion, de Sotos (Cuenca) y sus once componentes también viven con preocupación estos tiempos de pandemia, tras suspenderles quince actuaciones, aunque no pierden la esperanza de encender los focos y salir al escenario este verano aunque sea a cantar con “mascarilla”, señala a Efe el vocalista, David del Sur.
“Está todo en el aire”, pero siguen ensayando mediante plataformas online hasta que se aclare la situación con la esperanza de que ellos y otros músicos, cantantes y técnicos de sonido e iluminación puedan recorrer Cuenca, pueblo a pueblo, como cada verano.
Las actuaciones musicales suponen cerca del 50 por ciento del presupuesto de muchos ayuntamientos, como el de El Pedernoso, según señala su alcaldesa, Ana Cantarero, quien recuerda, apenada, que la suspensión también traerá problemas a otros sectores, como los de las actuaciones infantiles, el mundo taurino o los espectáculos pirotécnicos.
Lorena Mayordomo