La empresa conquense Aperitivos La Clementina ha celebrado este jueves su 75 aniversario, un hito que pone en valor la historia de una firma familiar que forma parte del patrimonio gastronómico y empresarial de Cuenca.
Fundada en 1950 por Luis Clemente, un joven futbolista de la UB Conquense que decidió emprender abriendo un pequeño obrador de patatas fritas, la compañía ha sabido mantenerse fiel a sus orígenes sin dejar de evolucionar. Sus productos —patatas de variedad agria cultivadas en localidades vecinas como Mariana, Sotos o Villaconejos de Trabaque— continúan elaborándose con los mismos ingredientes que hace siete décadas: patata, aceite y sal.
Durante el acto conmemorativo, celebrado en la fábrica del Polígono Los Palancares, autoridades, trabajadores y clientes rindieron homenaje a esta empresa emblemática. Asistieron, entre otros, el vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; el consejero de Educación, Amador Pastor; la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles López; y el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, junto a los responsables de la empresa, Javier y Pedro Sanz.
‘La Clementina’ llega a sus bodas de diamante consolidada como un referente del sector agroalimentario conquense. Con una plantilla de 17 trabajadores, sigue elaborando sus populares patatas fritas con el mismo espíritu artesanal y la misma cercanía que la han convertido en una marca querida dentro y fuera de la provincia.
Para Cuenca y su provincia, la historia de La Clementina no es solo la de un negocio que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, sino también la de una familia y una tradición que continúan transmitiendo el sabor auténtico de la tierra.