El proyecto Elige Cuenca ha cerrado 2025 con un balance más que positivo: trece rutas gastroturísticas desarrolladas a lo largo del año y una participación que supera las trescientas personas, confirmando el interés creciente por descubrir la combinación de patrimonio y producto local que ofrece la provincia.
Estas propuestas, impulsadas por la Asociación Provincial de Productores Agroalimentarios de Cuenca (APPAC) —a través del sello Donde Nacen Los Sabores— y CEOE CEPYME Cuenca, han contado además con la colaboración de la Diputación Provincial, que ha respaldado una iniciativa cuyo requisito fundamental ha sido unir historia, territorio y gastronomía en un mismo recorrido.
Durante cada itinerario, los asistentes han podido visitar enclaves singulares del patrimonio conquense, especialmente del mundo rural, y conocer de primera mano el trabajo de productores artesanos. Las rutas incluían degustaciones de productos y recorridos por las instalaciones de empresas locales, poniendo en valor la excelencia alimentaria de la provincia.
Las rutas comenzaron en febrero con dos propuestas iniciales: una por Cuenca y su entorno, con paradas en la Fundación Antonio Pérez, la Abadía de Jábaga y la cervecera Dawat; y otra por la Serranía Baja, centrada en la Villa de Moya y en las empresas Trufa de la Vega y Altolandón.
El programa continuó con dos rutas al Valle de Altomira, donde los participantes visitaron el Yacimiento de La Cava de Garcinarro y conocieron los proyectos artesanales de vinos Altomira y Olivarea Altomira. También se organizaron dos excursiones a la Mancha Alta, con visita al monasterio de Uclés y a las firmas Pisterra y Mancha Oliva.
El Castillo de Garcimuñoz fue protagonista de otras dos rutas dentro del itinerario Llanuras del Záncara, que incluyó paradas en las empresas Campo de Rus y Bodegas Coronado. Asimismo, el Castillo de Belmonte centró las dos rutas del programa El Castillo y la Vid, con visitas a VilladHaro y Bodegas Mont Reaga.
La Manchuela también tuvo un papel destacado gracias a la ruta Esencia de la Manchuela, repetida en dos ocasiones y que llevó a los participantes hasta Villanueva de la Jara, la productora de azafrán Bealar y Vinos Moratalla. Por su parte, la ruta de la Alcarria conquense permitió descubrir el Centro de Interpretación de la Villa Romana de Noheda y las empresas Arroyo de la Miel, Hidromiel Iberia y Quesería La Garrota.
Desde la organización destacan que el objetivo de estas rutas es reforzar la conexión entre el patrimonio histórico y natural de Cuenca y el trabajo de los productores locales, contribuyendo así a impulsar el turismo sostenible y el desarrollo económico del medio rural.
La buena acogida de esta edición reafirma la voluntad de continuar ampliando el programa en los próximos años, manteniendo como esencia la misma fórmula: territorio, cultura y producto de calidad.