El área sanitaria de Cuenca ha vivido este viernes uno de los momentos más simbólicos, especiales y emotivos de su historia con el cierre definitivo del Hospital Virgen de la Luz, tras 62 años de servicio a la comunidad, y el traspaso total de la actividad asistencial al nuevo Hospital Universitario de Cuenca (HUCU), diseñado, construido y dotado por el Gobierno de Castilla-La Mancha.
En esta jornada histórica ha partido desde el Hospital Virgen de la Luz el último convoy de ambulancias que trasladaba a los pacientes ingresados hasta el Hospital Universitario. Además, este 19 de diciembre, coincidiendo con el primer aniversario de la inauguración oficial del HUCU por Sus Majestades los Reyes de España, se han producido las dos últimas altas hospitalarias del histórico centro.
Amadora, de 92 años, y María Paz, de 72, han sido las últimas pacientes en abandonar la quinta planta del Hospital Virgen de la Luz. Lo han hecho acompañadas por sus médicos, María José Hervás y Luis de Benito, sus enfermeras Lorena Lapont y Beatriz Cañas, y por el resto de profesionales que las han atendido y arropado en un día especialmente emotivo.
Durante la despedida han aflorado sentimientos de tristeza, nostalgia y orgullo entre los trabajadores del centro, con expresiones como “nuestra vida ha transcurrido aquí” o mensajes de esperanza ante la nueva etapa, “porque seguiremos haciendo todo lo posible por la salud de nuestros pacientes en el Hospital Universitario”.
El gerente del Área Integrada de Cuenca ha destacado que el Hospital Virgen de la Luz “ha cedido el testigo a lo grande”, recordando que se despide tras 62 años de trayectoria situándose entre los cien mejores hospitales públicos de España, ocupando el puesto número 38 en el Monitor de Reputación Sanitaria. Asimismo, ha expresado su agradecimiento a todos los profesionales implicados en el proceso de traslado y cierre.
En total, más de 1.700 profesionales de la plantilla orgánica y cerca de 400 contratados, incluidos los de Atención Primaria, han participado de una u otra forma en esta compleja transición. “Todos han cumplido”, ha subrayado el gerente, destacando el compromiso colectivo para garantizar una atención sanitaria de calidad durante el cambio de centro.
En la última semana, el Hospital Universitario de Cuenca ha superado un auténtico “test de estrés”, manteniendo la atención diaria a más de 1.500 pacientes en consultas ambulatorias y arrancando con cerca del 50 por ciento de la actividad quirúrgica, una cifra poco habitual en traslados hospitalarios. Actualmente, ya están en funcionamiento 22 quirófanos, se han atendido más de un millar de urgencias con normalidad y han comenzado su actividad el Hospital de Día Oncohematológico y el área de Diálisis.
El cierre del Hospital Virgen de la Luz ha tenido un marcado carácter simbólico y ha querido rendir homenaje a su historia y a quienes la han hecho posible. Para ello, han participado tres de los gerentes que dirigieron el centro en las últimas décadas —los doctores Jesús Val, Manuel Tordera y Juan Luis Bardají—, que, visiblemente emocionados, han representado el legado de esfuerzo y compromiso con la sanidad pública en la provincia de Cuenca.