Los pasodobles de la
Banda de Música resonaron bajo los Arcos marcando el ritmo de un mediodía festivo en el que no faltaron las tradicionales carreras al grito de ‘¡que viene la vaca!’. Entre sustos y risas, la vaquilla se convirtió en la gran protagonista del segundo día de San Mateo en Cuenca, que volvió a llenar de color y emoción las calles del Casco Antiguo