La Comunidad de Propietarios Astrana Marín (números 1-9) y Sánchez Vera (15 y 17), formada por 54 familias, ha denunciado públicamente la grave situación que atraviesa debido a la pasividad del Ayuntamiento de Cuenca ante un hundimiento producido hace meses en un muro de la calle Ramiro de Maeztu colindante a la comunidad.
Según ha informado el secretario y administrador de la comunidad, el derrumbe ha generado daños en patios y un riesgo constante de desprendimientos, hasta el punto de que los técnicos se niegan a entrar en la sala de calderas por temor a que colapse y los sepulte.
El problema se agrava al recordar que el Ayuntamiento fue condenado en 2023 por sentencia firme a actuar en este tipo de incidencias, pero a día de hoy no ha tomado ninguna medida, pese a las advertencias reiteradas de los vecinos durante todo el verano.
La comunidad alerta de las consecuencias inmediatas: este invierno, 54 familias —incluyendo bebés, personas mayores y con discapacidad— podrían quedarse sin calefacción en pleno invierno en Cuenca, con temperaturas que pueden alcanzar niveles de frío extremo.
Los vecinos califican esta situación de grave negligencia institucional, que pone en riesgo la salud y seguridad de los habitantes más vulnerables y exigen que el Ayuntamiento cumpla con la sentencia y adopte medidas urgentes para garantizar la seguridad de la comunidad.