El entrenador del BM Cuenca, Lidio Jiménez, lamentó la derrota por la mínima ante el Viveros Herol BM. Nava (33-32) tras un encuentro igualado y de gran esfuerzo de sus jugadores, muy mermados por las bajas. El técnico conquense destacó la actuación del portero rival como clave del resultado y criticó duramente el arbitraje.
El BM Cuenca cayó este sábado por un ajustado 33-32 en su visita al Viveros Herol BM. Nava, en un encuentro en el que volvió a competir hasta el final pese a las numerosas bajas que arrastra. Su entrenador, Lidio Jiménez, valoró el esfuerzo del equipo, al que considera “ejemplar en trabajo y compromiso”, aunque no ocultó su frustración por el desenlace del choque.
“Creo que seguimos en la línea de toda la temporada. El equipo trabaja bien y compite con todo el mundo, donde sea y con quien sea, pese a las mil adversidades que tenemos en la plantilla”, señaló el técnico nada más comenzar su análisis.
Jiménez explicó que el partido estuvo “muy igualado” en todo momento, con fases de dominio para ambos equipos:
“La segunda parte ha sido más nuestra, pero al final su portero ha decidido el partido con tres intervenciones en seis metros, tres paradones que nos han condicionado mucho”, lamentó.
El entrenador conquense reconoció el cansancio físico que arrastra su plantilla, con jugadores tocados y varios lesionados. “Fede ha jugado medio cojo, tenemos cinco bajas y Álvaro debutaba al final. Estamos muy cansados”, explicó, antes de felicitar al rival por su victoria:
“Hay que darle la enhorabuena a Nava, que también ha hecho un gran partido”.
Sin embargo, Lidio no escondió su malestar con el arbitraje, al que consideró decisivo:
“Para mí los peores del partido han sido los dos colegiados. Se repite la historia. No puede ser que una pareja pite un partido de este nivel como lo han hecho hoy. Ellos también deberían tener un poco de autocrítica”, afirmó con contundencia.
El técnico recordó que su equipo acumula varias derrotas por un solo gol, todas en encuentros muy igualados:
“Nos ha pasado en Ciudad Real, en Puente Genil, en León y ahora aquí. En las cinco íbamos por delante y al final nos falta oxígeno. No podemos ni entrenar casi, pero estoy contento con el rendimiento de los chicos”.
Sobre el desarrollo del partido, Jiménez destacó que el Cuenca tuvo opciones claras de ganar, especialmente en el inicio de la segunda mitad:
“Con el 17-21 era el momento de romper el partido. Si hubiéramos conseguido uno o dos goles más, habría cambiado todo. Pero ellos estuvieron acertados y nosotros fallamos tres ocasiones muy claras”.
El técnico reconoció también que su defensa sufrió con el juego de los naveros:
“Nos ha costado mucho frenar su línea de pase con el pivote. Han preparado bien el partido y nos han hecho daño ahí. Pero el partido estaba para cualquiera”.
Pese a la derrota, el entrenador se mostró satisfecho con la actitud del grupo:
“Nuestro trabajo está hecho. Queremos competir, dejarnos la vida, pero hay decisiones que no podemos controlar. Aun así, estoy orgulloso de mis jugadores”.
Finalmente, actualizó el parte médico del equipo:
“Pêrvila aún tiene para tiempo, hablaremos con los médicos esta semana. Álvaro ha jugado unos minutos por necesidad, y Samu Mosquera empieza poco a poco a soltarse. Espero que para el domingo en Aranda podamos recuperar a alguno”, concluyó.
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