El misionero conquense Ignacio María Doñoro destaca los "estragos" de la covid en la selva amazónica

El misionero diocesano de Cuenca Ignacio María Doñoro, fundador de Hogar Nazaret, una casa situada en la selva peruana donde, donde rescatan a niños del tráfico de órganos y del maltrato, ha declarado que ahora también se enfrentan a la pandemia, que está causando "estragos" en la selva amazónica.

Así, Doñoro ha manifestado que la pandemia, en el tercer mundo, se vive de una manera muy diferente a Europa, dado que allí no hay "ni respiradores ni oxígeno".

Una situación sanitaria que en la ciudad de Cuenca mantiene el nivel 3 de medidas sanitarias y que ha obligado a suspender en los últimos días la presentación de su último libro, "Fuego de María", que recoge el "renacer" de muchos de los niños acogidos en Hogar Nazaret, después de ser salvados del tráfico de órganos o del maltrato.

Este misionero conquense lleva en Perú una década, tras pasar por otros países como Marruecos o El Salvador.

Doñoro (Bilbao, 1964) fue ordenado sacerdote en Cuenca en 1989 y, tras pasar por varias parroquias de la provincia y otros destinos, ingresó en el Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas.

Fue destinado en la Comandancia de la Guardia Civil de Inchaurrondo (San Sebastián), donde fue testigo del terrorismo de ETA y de las consecuencias de la violencia en niños que quedaron huérfanos.

Actualmente, en Hogar Nazaret atienden a cerca de 300 niños y adolescentes, quienes necesitan "de todo", por lo que invita a colaborar en esta causa, que se mantiene, explica, con "pequeñísimas" aportaciones.

Doñoro ha sido condecorado por la OTAN en tres ocasiones, una de ellas en 2002 cuando recibió la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco y fue nombrado Legionario de Honor.

Además, ha sido condecorado en dos ocasiones por la Guardia Civil con la Cruz con Distintivo Blanco de la Orden del Mérito del Cuerpo, además de Premio Impulso Misionero, entre otras muchas consideraciones.