Reformar una vivienda no suele ser plato de buen gusto, sobre todo teniendo en cuenta la inversión a realizar y el esfuerzo que conlleva cualquier mínima modificación en una casa, ya sea nueva o de segunda mano. Para facilitarnos la vida, el sector de la construcción ha ido creando soluciones cada vez más sencillas de aplicar para que cualquiera pueda realizar la reforma deseada en poco tiempo.
El mercado inmobiliario
Actualmente, el presupuesto medio con el que puede contar un comprador o compradores para adquirir una vivienda solo alcanza para acceder a una casa de segunda mano. Esto se debe, principalmente, al incremento de los precios que ha tenido lugar en ciudades como la propia Cuenca, aunque la tendencia se extiende a todo el ámbito nacional.
Son precisamente las viviendas de segunda mano las que, en la mayoría de los casos, suelen necesitar una reforma. Pues se parte de la base de que las condiciones de habitabilidad de estas no se ajustan, por lo general, al deseo de los compradores. Eso sí, en muchas ocasiones, las mejoras van más destinadas a cambiar aspectos estéticos que funcionales. Con todo, se trata de reformas que, por poca complejidad que puedan tener, llegan a alcanzar un gran gasto económico, algo que choca directamente con el deseo de dar, simplemente, una nueva apariencia a las viviendas compradas.
Al margen de las ayudas que muchos ayuntamientos puedan dar para reformar viviendas, lo cierto es que los compradores siguen necesitando estrategias para aligerar gastos tras la inversión que supone la compra de una vivienda. Ahí es donde entran en juego las nuevas soluciones ofrecidas por la industria de la construcción.
Decorar sin reformar
Las tendencias más actuales se muestran en cualquier catálogo que se dedique a vender productos de reforma y decoración y la opción de decorar sin reformar es, sin duda, una de ellas. Están de última moda soluciones como, por ejemplo, los suelos y azulejos vinílicos cuya instalación no tiene ninguna complejidad, pues consiste simplemente en pegar estas laminas adhesivas sobre una superficie lisa.
En efecto, estos productos, que hasta hace muy poco solían tener mala reputación por considerarse de mala calidad, han alcanzado hoy unos acabados y unas prestaciones muy similares a las que pueden tener los azulejos o las baldosas cerámicas de toda la vida.
En comparación, estos suelos y azulejos no solo resultan mucho más económicos, sino que también son mucho más fáciles de instalar. Para hacerlo no es necesario la ayuda de ningún profesional y presentan la ventaja de que en general solo es necesario contar con un adhesivo fácil de aplicar y poco más. Estos son los productos que pueden hacer falta para su instalación:
- Limpiador de superficies
- Espátula para repartir el pegamento
- Cúter para cortar las piezas
Algunas recomendaciones de expertos
La experiencia demuestra que incluso tras las tareas en apariencia sencillas pueden esconderse aspectos de mayor o menor complejidad que no hay que perder de vista. Nos referimos a las medidas de seguridad que deben adoptarse y a una correcta elección de los materiales para no tener problemas.
En este sentido, lo primero a lo que hay que atender es a la elección del pegamento correcto para el tipo de baldosa o azulejo que se vaya a emplear. Para ello nunca está de más consultar la opinión de los expertos vendedores que conocen bien estos productos, ya que ellos pueden brindarle un magnífico asesoramiento.
Asimismo, hay que prestar atención a las condiciones de las piezas que se quieran instalar y al lugar en el que vayan a colocarse. Nos referimos a aspectos como, por ejemplo, su capacidad de resistencia al calor si van a estar cerca del lugar donde se cocina o que proporcionen un buen aislamiento del agua si van a emplearse en el suelo o en las paredes del baño.
En resumen, hoy en día existen soluciones de construcción sencillas, económicas y fáciles de instalar, una opción tremendamente útil para todos aquellos compradores de viviendas usadas que necesiten una pequeña reforma.
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