La reconversión de la estructura futbolística en las categorías inferiores del fútbol español han llevado a la UB Conquense a la Tercera Real Federación Española de Fútbol, la quinta división en la que compite con equipos castellano-manchegos y en la que el único objetivo es el ascenso. El club ha pasado en dos temporadas de militar en Segunda B a hacerlo dos niveles por debajo, una situación que ha mermado considerablemente sus posibilidades económicas. Los directivos de la UB Conquense podrían visitar portales especializados como reviewsbird.es para ampliar la información sobre inversiones en el día de hoy, y poder así mejorar la escasa o nula rentabilidad que ofrece una categoría autonómica.
En lo puramente deportivo, el inicio de curso ha sido irregular para el equipo que dirige Manolo Martínez. lo que le ha alejado de la primera posición, que da un billete de ascenso directo a la Segunda RFEF, una categoría de índole nacional. Si bien la competición es muy larga y estar a diez puntos del liderato cuando quedan prácticamente dos tercios de jornadas no es una distancia insalvable, la realidad es que el Conquense necesita mejorar su juego si quiere aspirar a esa primera plaza.
La lista de candidatos es amplia para pelear por el ascenso directo y todos quieren superar al gran favorito de la categoría: el CD Guadalajara, un rival que en la última década llegó a jugar en Segunda División y que dispone de un importante presupuesto. Su mejor posición económica se ha traducido en un mayor rendimiento deportivo, ya que el equipo blanquivioleta ha ganado diez partidos en trece jornadas, sumando el 82 por ciento de los puntos, un bagaje que es garantía de éxito.
El CD Guadalajara, evidentemente, no es el único rival del Conquense en la pelea por el ascenso. El Villarrobledo mantiene la estela del ascenso a Segunda B logrado en 2019 y está entre los principales aspirantes. Otros rivales como Quintanar, Illescas, Villarrubia, el filial del Albacete o Tarancón también están entre los mejor posicionados para afrontar la lucha por las primeras posiciones. Quien no pueda finalizar campeón tendrá que luchar por finalizar entre la segunda y quinta posición, que da acceso al playoff. Éste se disputa en un formato de semifinales y final; y el ganador logra el ascenso.
La Segunda RFEF: pelea por la permanencia
El objetivo de los aspirantes al ascenso es verse las caras, la próxima temporada, con los representantes manchegos en la Segunda RFEF, la cuarta categoría nacional. Cuatro equipos de la federación compiten esta temporada en dicho nivel, aunque con muchas dificultades. Parece inverosímil que todos los equipos manchegos mantengan la categoría, ya que superado el primer tercio de competición; Puertollano, Socuéllamos, Toledo y Marchamalo ocupan las cuatro últimas posiciones.
La categoría está dominada por los equipos del sudeste, ya que hay clubes muy potentes como Real Murcia y Hércules que hace poco peleaban en Segunda División. Destaca la evolución del Intercity, primer club de fútbol español que ha entrado en bolsa y que ya ha despertado el interés de importantes marcas deportivas. Eldense, equipo de la ciudad alicantina de Elda que tiene detrás una fuerte inversión económica, Melilla y el filial del Granada también están metidos de lleno en la pelea por las plazas de ascenso. El formato es similar al de la Tercera RFEF, el primero sube de forma directa y los clasificados entre la segunda y quinta posición disputan un playoff.
El Albacete: objetivo, ascenso
El equipo manchego mejor posicionado en la temporada 21-22 es el Albacete, que milita en la Primera RFEF tras descender el pasado curso y cuyo objetivo no es otro que volver a Segunda. El club del Carlos Belmonte compite en un grupo difícil con entidades de nivel y con presupuestos altos como Atlético Baleares, Castellón, Andorra y Sabadell, sin olvidar a los filiales de Real Madrid y FC Barcelona. El primer tramo de competición ha sido bueno para los jugadores de Rubén de la Barrera, aunque con margen de mejora. El objetivo de los aspirantes al ascenso es ser primeros y lograr subir directamente a la segunda categoría del fútbol nacional. El segundo premio es finalizar entre los cinco primeros para disputar así el playoff de ascenso.
Las diferencias económicas y sociales entre competir en la Liga Smartbank y hacerlo en la Primera RFEF son muy altas, así que el Alba necesita imperiosamente volver al fútbol profesional para recuperar el terreno perdido y aspirar a colocar al fútbol manchego, de nuevo, en Primera División.
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