El paisajista Fernando Pozuelo presenta 'El Jardín de las Alianzas', un espacio onírico sin precedentes inspirado en el mito homérico y en la historia de amor entre Ulises y Penélope que recoge La Odisea. En concreto, esta obra paisajística firmada por Fernando Pozuelo Landscaping Collection supone una vuelta al origen y a las materias primas. Un proyecto reconocido con los Premios internacionales ‘Muse Design Award’ y ‘A’Design Award & Competition’ y en el que lo natural, el diseño y la atención a cada detalle se dan la mano.
Situado en un jardín privado en Uclés, una pequeña localidad de Cuenca (Castilla-La Mancha) con gran valor patrimonial, el espacio de más de 260 metros cuadrados ha contado con la labor y minuciosidad de más de 100 profesionales y artesanos. Un trabajo que ha dado como resultado un jardín único, con una atmósfera de armonía y belleza, donde la luz controlada con domótica, el color, la influencia de las matemáticas en el diseño de paisajes y un sistema auditivo inmersivo son los principales protagonistas.
“‘El Jardín de las Alianzas’ se ha convertido en uno de los proyectos más ambiciosos hasta el momento para el estudio. Un trabajo donde hemos trasladado la petición de nuestro cliente y, como resultado, hemos conseguido crear un espacio exclusivo. Un jardín onírico que se reconoce como un mundo irreal donde no hay cabida para el ser humano ni para los juicios. Un lugar colmado de belleza que se expresa a través de formas alegóricas, conchas, animales y seres mitológicos. Hasta el momento, no se ha conseguido proyectar nada igual en España y, probablemente en Europa”, explica Fernando Pozuelo.
Una sinfonía de estímulos: arte, artesanía y el lenguaje de las matemáticas ocultas
‘El Jardín de las Alianzas’ satisface el anhelo de sus propietarios de inmortalizar su historia de amor materializándola en un lugar fascinante. Con este punto de partida, Fernando Pozuelo ha abordado el desafío llevando a cabo un diseño paisajístico de 360º. Para ello, ha empleado el lenguaje de las matemáticas ocultas aplicadas también al diseño paisajístico, recurriendo a materiales naturales trabajados de manera artesanal combinados con una flora exuberante. Así, el hilo conductor de esta creación es un sentimiento terrenal que se engrandece y culmina en un amor universal.
Su disposición responde a una sincronía matemática: el punto áureo del jardín teje una relación entre el Cosmos y un firmamento de constelaciones engastado en el suelo. A partir de aquí, cada detalle seleccionado por parte del paisajista Fernando Pozuelo permite la simbiosis del jardín con su entorno.
Las fachadas de los edificios que bordean el jardín están recubiertas de leyendas y tradiciones propias de Cuenca; la fuente y la reja originales añaden al elemento fantasioso del jardín. En el suelo, el pavimento incluye una trama de luces que evoca a la Vía Láctea; y las cubiertas de mimbre e ingenios de agua en las pérgolas con forma de concha, así como un sistema de nebulización que refresca el ambiente estival generando evocadoras nubes de vapor, traslada a un mundo subacuático. En el fondo de la piscina -revestida en gresite nácar- destaca un corazón azul oculta un suelo móvil capaz de cambiar la profundidad del mismo y convertirse en escenario. Un diseño que se enriquece con una vegetación exuberante de palmeras, olivos cipresinos, vivaces y trepadoras.
El legado artesanal de Castilla-La Mancha tiene una fuerte presencia. El valor de los oficios de siempre se reflejan en los trabajos de mimbre trenzado según la tradición local, el cincelado de las piezas del pavimento a imagen de los sillares del Monasterio de Uclés, y la disposición artesanal de los ladrillos del solado formando ondulaciones como las creadas por el barro en los campos de la comarca.
En concreto, ese trazado contempla meticulosos detalles matemáticos: así, la secuencia Fibonacci -del matemático Leonardo de Pisa- marca la pauta de separación entre las ondas del pavimento, haciendo referencia al fondo subacuático. Y el número Gamma -conocido como el número imposible para la razón- establece la cantidad de luces LED que conforman el firmamento en el suelo del jardín.
‘El Jardín de las Alianzas’ es el único jardín privado a nivel mundial que cuenta con una banda sonora. Esta estructura musical, no solo hace referencia al proyecto, sino que representa a la comarca. La sinfonía viaja a través del globo, ya que cuenta con instrumentos de los cinco continentes.
Así, esta sinfonía de estímulos que combina arte, matemática oculta y artesanías brinda una atmósfera de belleza y practicidad sin renunciar a las funcionalidades de un jardín familiar. Un espacio que se completa con una zona de bienvenida, área estancial, espacios de recreo y relax y una piscina.
‘El Jardín de las Alianzas’ cuenta con un documental que recoge su proceso de elaboración y creación del proyecto que traduce la esencia de ‘El Jardín de las Alianzas’ a un lenguaje que apela a la delicadeza y a la sensibilidad. Asimismo, coincidiendo con la inauguración del jardín, el estudio de Fernando Pozuelo ha entregado a los propietarios una moneda que acuña la simbología del jardín, unas alianzas símbolo del amor eterno entre los amantes del mito homérico y un relato sobre el mismo. Un detalle exclusivo que desde el estudio diseñan con motivo de la finalización de cada proyecto.
El jardín galardonado con los premios de diseño más prestigiosos
El trabajo de ‘El Jardín de las Alianzas’ ha sido reconocido a nivel internacional. En concreto, el prestigioso galardón ‘A Design Award and Competition’ -uno de los premios de diseño más prestigiosos e influyentes del mundo- ha puesto sus miras en este proyecto, concediendo al espacio natural el Iron A’Design Award.
Asimismo, el proyecto paisajístico ha sido galardonado con el Platinum Winner por ‘Muse Design Awards’, la máxima condecoración de los Premios de Diseño de Nueva York (Estados Unidos) y Malasia. Este premio pone en valor ‘El Jardín de las Alianzas’ como la unión perfecta entre estética, artesanía, tecnología y funcionalidad.
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