Se trata ahora sin embargo de rescatar los restos de un naufragio, y por eso me perece pertinente la iniciativa de la Junta de Castilla-La Mancha, aunque me parece más importante aún que tal iniciativa continúe con la formación en Cuenca del Museo regional de Arte Contemporáneo, para cuyo nacimiento los fondos de la pinacoteca de la entidad financiera pudieran resultar determinantes.
Situar en Cuenca el Museo regional de Arte Contemporáneo es un proyecto que puede significar el punto de inflexión que necesita nuestro sector turístico para dar el verdadero salto que le permita ser el núcleo duro de la economía local y provincial. Es fundamental situar en Cuenca una infraestructura de estas características, y esto es lo importante en estos momentos de atonía en el crecimiento económico, para la economía de la cultura y el turismo. Porque esta ciudad es un entorno privilegiado para una actividad de estas características, porque se trata de ampliar y poner en valor un entorno natural, paisajístico y arquitectónico que ha merecido la protección de la Unesco. Porque Cuenca sigue necesitando palancas de desarrollo económico que nunca llegan. Porque en Cuenca contamos con la facultad de Bellas Artes y con un razonable número de micro-pinacotecas temáticas.
Situar esta infraestructura en el edificio del Seminario puede convertir al museo regional de nueva creación en foco de atracción turística y cultural de alcance internacional gracias a las modernas comunicaciones por autovía y Ave con que ahora contamos.
El museo debería contar con una sala específica para la exposición de las obras de los alumnos de la facultad de Bellas Artes, un lugar donde contemplar, además de la expresión artística consolidada, la formación y evolución de la misma en los jóvenes creadores, sin más limitación que lo que ellos quieran expresar.
Sería un museo único por el entorno, por el edificio y por el dinamismo de los creadores en formación. Porque es absurdo intentar competir en la amplitud y calidad de la colección, pero no lo es posicionarse con un producto específico y aprovecharse por complementariedad del potente núcleo museístico que conforma la milla de oro de Madrid (Prado, Thyssen y Reina Sofía), a un “tiro de Ave” de Cuenca.
Parece evidente que los fondos que reclama la Junta pueden ser la excusa y el motivo para acometer este proyecto regional en Cuenca.
Además de las razones anteriores para que Cuenca sea el emplazamiento de este museo de nueva creación, también son unos cuantos los argumentos que apoyarían que los fondos de la pinacoteca de CCM terminen en nuestra ciudad.
En primer lugar se trataría de compensar el grave perjuicio que ha supuesto para Cuenca la desaparición de la CCM en su configuración previa a la intervención del Banco de España, con pérdida para Cuenca de servicios y puestos de trabajo, con traslados forzosos incluidos, propios de la estructura central de la entidad financiera.
También es cierto que en los años llamados de bonanza, en que CCM repartía dineros y dones por doquier, se olvidó en gran medida de Cuenca. El aeropuerto de Ciudad Real, la autovía de Toledo, la de Los Viñedos, el nuevo campus universitario de Guadalajara o las instalaciones de Eurocopter en Albacete son solo algunos de los ejemplos de este “olvido”.
Por otra parte, se daba la curiosa paradoja de que Cuenca era la provincia con más altos depósitos en la entidad castellano-manchega, al tiempo que era la que recibía un menor volumen de créditos. Esto significa que Cuenca, la provincia menos desarrollada, financiaba el crecimiento y desarrollo de las provincias más desarrolladas, un efecto propio de la economía de mercado que la caja regional en modo alguno compensaba en nuestra provincia, pues su función social que exige el equilibrio y la igualdad de oportunidades entre los distintos territorios hubiera demandado concentrar el apoyo financiero en proyectos públicos o empresariales en nuestra provincial.
En esta región, cada vez que se nos ha querido callar la boca cuando pedíamos desde Cuenca desarrollo industrial equivalente al resto de provincias, se nos ha dicho que nuestro objetivo debía ser convertirnos en ciudad de la cultura y provincia del turismo. Pues que se vea de una vez por todas con hechos, decisiones y dinero.
Jesús Neira Guzmán
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