Por otro lado, aunque sabemos que ahora es un momento de duelo que debe ser respetado, creemos que es necesario señalar que todo parece indicar que el asesinato de Marina y Laura supone un nuevo caso de violencia machista. De nuevo un varón que entiende su relación afectiva con una mujer en términos posesivos y destructivos ha acabado con la vida de ella y con la de una amiga. Son demasiados casos similares como para que la sociedad no entienda que acabar con este mal es una prioridad. No queremos que muera ni una Marina ni una Laura más.