La primera argumentación que nos ofrece el Sr. Pardo es la del “y tú más” cuando alega que en el pasado se cerraron 23 escuelas: “Esas aulas uniformes estaban limitadas a 10, ha habido 23 pueblos que han cerrado el colegio la Administración anterior, teniendo más de 4 alumnos” (por cierto, difícil sintaxis la del Sr. Pardo). Igual que en el informe interno que se ha filtrado, el delegado de la Junta habla de escuelas cerradas mezclando churras con merinas, ya que esas 23 escuelas no comparten la misma situación: en unos casos se cerraron por falta de niños (Belmontejo, Campillos Paravientos, Garcinarro, Zafra…), en otros a petición de los padres, y en otros por hechos consumados al quedarse sin 4 niños porque algunos padres se llevaban voluntariamente a sus hijos al pueblo de al lado (Monreal, Alcázar, Boniches, Rozalén del Monte…). En otros casos no se llegaron a abrir, de acuerdo con la voluntad de las familias, después de la entrada de la LOGSE y la descentralización (Mohorte, La Melgosa, Jábaga, Nohales…), y en otros casos, después de haber sido cerradas sin alumnos en la localidad, los números han cambiado y vuelve a haber más de 4. Por ejemplo, en Víllora y Chumillas se reabrió porque superaban ese número y lo pidieron las familias y el Ayuntamiento, y en otros casos no se reabrió porque el número, mayor de 4, no era estable, ya que había aumentado por la llegada una familia con varios hijos sin residencia definitiva en la localidad, como Reíllo.
Dice también el Sr. Pardo que “estas aulas no son las más idóneas para la formación de los alumnos”, y lo dice sin ningún rubor, así como si él fuera un experto en pedagogía y didáctica. Claro, el Sr. Pardo ignora que el modelo de escuela unitaria o multinivel, como les llaman ahora, puede llegar a ser un modelo muy brillante de excelencia pedagógica en función cómo se desarrolle el trabajo diario. Existen, y están debidamente contrastados, numerosos estudios de expertos que defienden el aprendizaje en aulas mixtas y escuelas unitarias, como Ramón Flecha, Antoni Zabala, Roser Boix y otros; siempre, claro, que se pongan en práctica las estrategias didácticas específicas que necesitan estos grupos heterogéneos y siempre, también, que se complemente la actividad cotidiana con otras actividades esporádicas que permitan a los chicos y chicas estar con otros de su edad: salidas y excursiones, CRIEC y convivencias que los centros organizan en número suficiente para compensar las dificultades de convivir con mayor y más variado número de niños.
Finalmente, el Sr. Pardo llega a la verdadera razón, la única razón que motiva esta decisión de cerrar las escuelas unitarias en Castilla-La Mancha, dice que “es un modelo caro”; ahí está la madre del cordero. ¡Claro que es un modelo caro! Sobre todo es caro si se ve con gafas de ver solo rentabilidad numérica.
En realidad, es un modelo que se adecua perfectamente a nuestra realidad rural, es nuestro modelo, en el que hay que invertir los recursos necesarios para dar respuesta a nuestra especificidad de Cuenca, recursos tanto materiales como personales para atender a escuelas pequeñas, dispersas y con poco alumnado. Porque en esta provincia no nos gastamos los dineros en construir ni mejorar el metro, ni la M30, ni en grandes proyectos de comunicación urbana o interurbana; esas son necesidades que tienen otros y se gastan los recursos que necesitan. Nosotros tenemos que invertir en lo que necesitamos que son escuelas pequeñas, suficientes maestros ordinarios, especialistas o itinerantes, y recursos que se puedan compartir. Esa es nuestra necesidad y hacia ella se deben dirigir nuestras respuestas.
Julia Cano Real
Secretaria de Educación de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Cuenca
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