El Sr. Antuña, si que ha asumido la desaparición de algunos servicios y el traslado de determinados pacientes con cáncer a otros hospitales de la comunidad aludiendo a razones económicas. A dichos pacientes, que han tenido la desgracia de ser diagnosticados de una enfermedad importante, se les castiga dos veces: primero porque tienen que desplazarse para recibir tratamientos que hasta hace un mes se asumían en esta ciudad, y en segundo lugar, porque van a tener que pagar el transporte que ello suponga, aunque la obligación de este transporte la haya impuesto la comunidad. Esta es la eficiencia y equidad que pregona este Gerente.
Nuestro Gerente ha manifestado que uno de sus objetivos fundamentales sería despedir si pudiera a la mitad de los trabajadores de este hospital, poniendo como modelo de hospital el de Aranjuez, hospital que dirigió. El de Aranjuez es un hospital COMARCAL de gestión privada, lo cual es una declaración de intenciones en toda regla. Ahora ya sabemos que el Gerente quiere para Cuenca un hospital comarcal y de gestión privada. Gracias por confesar lo que muchos sabíamos y nunca se había atrevido a decir. Ahora ya está claro.
Probablemente, ante tan desafortunadas declaraciones, el Director Gerente del SESCAM, Sr. Carretero, se ha visto forzado a venir a nuestra ciudad para intentar arreglar el desaguisado, convocando para ello a los medios de comunicación. Respecto a la radioterapia, afirmó que el tratamiento será impartido en el IVO de Cuenca, previa indicación por un facultativo de la Sanidad Pública,…. de Albacete, argumentando una mejora del “circuito asistencial” .Esta explicación supone una ofensa a la profesionalidad de los oncólogos de nuestro Hospital y a su Comisión de Tumores, argumento inaceptable, y que encubre en nuestra opinión, un intento de limitar el número de pacientes atendidos por el IVO, que al no obtener rentabilidad, desistirá de renovar el convenio.
El Gerente del SESCAM, Luis Carretero, también ha comentado que el recorte presupuestario en el Hospital de Cuenca, será similar al de otros hospitales de Castilla-La Mancha, en torno a un 18% de media y calificó como “bulo” el recorte de un 30%. Pues bien. Ese “bulo” procede de la boca del gerente del Hospital, que así se lo comunicó a los jefes de servicio ¿Quién miente de los dos? ¿O es que nosotros vamos a compensar esa media reduciendo mucho más que otros, para que esos otros no tengan que reducir tanto? Tenemos derecho a conocer los datos reales de los recortes.
En este sentido, el Gerente del Hospital, Sr. Antuña, no ha facilitado a los representantes de los trabajadores, como es su obligación, el Contrato de Gestión en el que se debe indicar el presupuesto asignado a este hospital, el porcentaje de reducción del mismo con respecto a años previos, así como la plantilla orgánica del Área. Respecto a las explicaciones que el Sr. Carretero da sobre temas como la externalización de la hemodiálisis, el cierre de la planta 2ªB o el modelo de hospital para Cuenca, está claro para los profesionales que no se corresponde con lo que vivimos día a día, ni con lo que nos comunica nuestro director.
Ante la actuación de un Gerente que contradice con sus hechos y palabras lo que sus superiores sostienen, no le queda otra alternativa al Sr. Carretero que el cese fulminante del Sr. Antuña, si quiere ofrecer un mínimo de credibilidad ante los conquenses.
Nuestra interpretación de lo que está pasando es la siguiente:
Desde el Gobierno Regional de Castilla-La Mancha se afirmó que los hospitales de Villarrobledo, Almansa y Tomelloso eran inviables. Después se nos dijo que la salvación de los mismos era la gestión privada. En este sentido, debemos recordar que varios grupos optan a estas concesiones con el ánimo de obtener un beneficio económico garantizado. Por ello, en nuestra opinión, se dotará al Hospital de Villarrobledo de tarjetas sanitarias procedentes del Área de Salud de Cuenca, con el objeto de hacer más rentable económicamente la futura concesión de su gestión a una empresa privada, a la vez que se reduce el Hospital y el Área de Cuenca hasta un número de camas que también hagan posible la privatización de su gestión en un futuro. Esas son las verdaderas razones, a nuestro modo de ver, y no las que pregona el Director Gerente del Sescam, para la reorganización del área sanitaria siguiendo el modelo “Alzira”. Si se hubiera tratado de una reorganización del mapa sanitario en busca de la “eficiencia”, se debería haber comunicado previamente a los representantes de los trabajadores, aspecto que se ha evitado de manera deliberada, y no se hubiera procedido con tanto sigilo, con una política de hechos consumados.
En resumen, para hacer viables hospitales que no lo son, y generar beneficios a empresas privadas que se nos venden como salvadoras, desmantelamos el hospital de Cuenca pasito a pasito.
Por ello, si el SESCAM quiere que los profesionales y los conquenses los creamos, los hechos deben corresponderse con las manifestaciones realizadas. Y si hay algo que no encaja en esa versión, son las palabras y las acciones del gerente del Hospital, Sr. Antuña. Los conquenses y los profesionales merecemos algo mejor.
Eduardo Miralles Serrano
Elisa M. Cueto Calvo
SIMAP-CLM
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