En mayo de 2009 la Diputación Provincial de Cuenca transfirió a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha las competencias sobre el Conservatorio Provincial de Música. Se abrió un proceso complicado de transferencias y funcionarización parcial de la plantilla docente. Como consecuencia de todo ello quedaron 17 profesores funcionarizados y asimilados al cuerpo de Música y Artes Escénicas y 22 interinos cuyas nóminas y condiciones laborales varias estaban a merced de un convenio colectivo y un convenio de colaboración entre la Diputación Provincial y la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha.
Es decir, se les mantenía en un limbo laboral, pues ni eran interinos propiamente dichos de las listas de Música y Artes Escénicas para moverse por los centros de la región, ni eran trabajadores de la Diputación Provincial a partir del momento en que su centro es de la Junta.
Ahora, de no renovarse el convenio ante las dificultades económicas conocidas, la comunidad educativa podría perder a unos profesionales que, junto con sus compañeros funcionarios, forman el equipo de trabajo de uno de los mejores centros educativos de esta provincia.
Tiene razón quien diga que el traspaso del Conservatorio desde la Diputación a la Junta fue un apaño que dejó en el limbo a 22 profesores pendientes del entendimiento entre la Diputación y la Junta. Pero ahora lo que cabe exigir a la Junta es que se comprometa con el Conservatorio de Música de Cuenca con la misma intensidad con la que parece dispuesta a hacerlo con el Obispado de Cuenca para mantener en su puesto a los más de 200 maestros y profesores de religión católica que el próximo 1 de septiembre volverán a nuestros centros públicos.
Germán Cuadros
Secretario Provincial de UGT