El pasado sábado día 7 de Mayo, el Club Natación Cuenca se desplazó a la capital imperial, Toledo, con motivo de la realización del programa de Evaluación y Control de nadadores, organizada por la Federación de Natación de Castilla-La Mancha conjuntamente con la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha. Este año el programa cumple su sexta edición.
La evaluación se realiza en las magníficas instalaciones de la Universidad de Castilla- La Mancha, dentro de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, emplazadas en la Antigua Fábrica de Armas.
Este año, el Club Natación Cuenca, contó con la representación de dos nadadoras: Alejandra Gil Abarca y Marta Soriano Pascual. Ambas acudían a la cita por primera vez, gracias a las sensacionales marcas conseguidas en las pruebas en las que poco a poco se están especializando, 200 libres y 100 espalda respectivamente. Este hecho cobra relevancia, si tenemos en cuenta que a esta cita sólo acuden 20 nadadores, por lo que las marcas necesarias suelen ser bastante exigentes. Fueron acompañadas por su entrenador Javier González, que desempeñó labores de medición en las distintas pruebas y por los familiares de las nadadoras.
La evaluación comenzó con una prueba llamada inBody que se caracteriza porque aporta numerosos datos acerca de la composición corporal de las nadadoras, tales como: masa grasa corporal, masa grasa segmental, masa magra corporal, porcentaje de musculo segmental, IMC, diagnóstico de la obesidad, valores sobre el metabolismo basal…Además de una breve planificación del ejercicio.
Después de realizar un calentamiento dirigido por Antonio Oca Gaía, Director Técnico de la Federación de Castilla-La Mancha de Natación, los nadadores fueron sometidos a un estudio de la técnica. En primer lugar se confecciona un video. Para ello fueron empleadas 4 cámaras, 2 de ellas subacuáticas, con el fin de tener referencias desde todos los ángulos. Posteriormente, se realizará un análisis pormenorizado de los diferentes errores técnicos, los cuales son remitidos a su entrenador junto con una breve recomendación de ejercicios para solventar dichos errores.
Como última prueba, los nadadores fueron sometidos a un test de fuerza, para ello fueron testados a través del Aquaforce. Este dispositivo se encarga de medir: los picos de fuerza y el nivel de fatiga neuro-muscular al que se someten los nadadores en los diferentes puntos de la prueba. Para ello se realiza de manera incremental, los nadadores deben intentar superar las cargas ayudados por un cinturón colocado en la zona abdominal. Esta prueba es la más exigente del programa por lo que, a través de los resultados obtenidos por nuestras nadadoras, podemos estar bastante satisfechos.
Como conclusión y análisis final de la evaluación podemos decir que ha sido una experiencia muy enriquecedora, tanto para las nadadoras como para su entrenador, ya que se han obtenido datos e información muy importante con la que poder pulir aún más a nuestras jóvenes promesas de la natación.
Como reseña aparte, agradecer el apoyo de los familiares que se desplazaron a la evaluación. Sin ellos, la jornada no habría trascurrido tan magníficamente.
Javier González Ballesteros
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