La Iglesia del convento trinitario de Nuestra Señora de la Concepción, situada en Santa María del Campo Rus, ha sido incluida en la Lista Roja del Patrimonio debido a su preocupante estado de conservación. Del antiguo monasterio apenas se mantiene en pie la iglesia, cuyos muros resisten al paso del tiempo mientras su crucero y cúpula, derrumbados en los años setenta, yacen convertidos en escombros.
El convento fue fundado en 1564 gracias al impulso de los vecinos de la villa y del señor del lugar, don Antonio del Castillo Portocarrero, con la autorización de Felipe II y el obispo de Cuenca. Se levantó sobre una antigua ermita dedicada a la Purísima Concepción de María, conocida como Santa María del Campo, origen del actual nombre del municipio.
De este convento proceden valiosas reliquias como el Ecce Homo que hoy se conserva en la parroquia o un lignum crucis, ambos obsequios de la reina Mariana de Austria a su confesor, el fraile santamarieño Diego Jacinto Galindo. Entre los religiosos y personajes ilustres vinculados a la casa trinitaria destacan Bernardo de Monroy, mártir en Argel; Rafael Díaz Cabrera, obispo de Mondoñedo y amigo de Lope de Vega; y el músico Carlos Patiño, maestro de la Real Capilla de Felipe IV, que dio aquí sus primeros pasos.
El convento sufrió graves daños durante la Guerra de la Independencia y las guerras carlistas, quedando prácticamente abandonado tras la desamortización. En su momento contó con un claustro alto con doce celdas, archivo y biblioteca, además de un claustro bajo con portería, refectorio, cocina, bodega, cueva y jardín con pozo, del que apenas quedan restos visibles.
Actualmente, la iglesia conserva su nave principal, aunque el crucero se encuentra en ruinas. Pese a estar incluida en el Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha y en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico Histórico-Artístico de la provincia de Cuenca, su restauración sigue pendiente, lo que la coloca en riesgo de desaparecer si no se interviene con urgencia.