Desde el lunes 1 de septiembre, los autobuses urbanos de Cuenca han comenzado a operar con un nuevo servicio que incluye la implantación del intercambiador en la antigua estación de tren convencional, en la calle Mariano Catalina.
Sin embargo, la medida no ha sido bien recibida por los conductores, que a través de la Sección Sindical de CCOO y la Representación Legal de Trabajadores (RLT) han expresado su desacuerdo tanto al Ayuntamiento como a la empresa concesionaria. Según señalan, el nuevo planteamiento no sería el más adecuado para el servicio de transporte de la ciudad y podría provocar la pérdida de viajeros.
Entre las principales preocupaciones, los conductores destacan que el tiempo asignado para completar los trayectos de las Líneas 1 (Intercambiador-Castillo) y 2 (Intercambiador-Fuente del Oro) es de apenas 15 minutos, lo que consideran insuficiente y genera situaciones de estrés y ansiedad al tratar de cumplir con los horarios. Según recuerdan, una situación similar ocurrió previamente con la lanzadera del AVE.
A pesar de haber realizado aportaciones para mejorar el servicio, los conductores insisten en que los tiempos establecidos son inviables. Por ello, a través de CCOO, han pedido disculpas a los usuarios por posibles incidencias y solicitan comprensión, asegurando que hacen todo lo posible por cumplir con los servicios y proporcionar la información requerida sobre el nuevo sistema de autobuses.