El BM Caserío Ciudad Real se impuso este fin de semana al Balonmano Cuenca por 25-23 en un encuentro en el que la clave estuvo en la determinación y la resiliencia del equipo local. Tras el partido, el entrenador del conjunto ciudadrealeño, Santiago Urdiales Márquez, destacó la importancia de sumar los dos primeros puntos de la temporada y analizó el rendimiento de sus jugadores durante los 60 minutos.
“Lo superimportante era sacar esos dos primeros puntos; nos podía generar mucha ansiedad si pasábamos la jornada sin sumar”, explicó Urdiales, quien subrayó que la victoria representa un impulso para el equipo recién ascendido y para la ciudad: “Es algo bueno para el balonmano, para la liga Asobal y para la ciudad, tremenda. Podemos volver a sentirnos orgullosos de un equipo en Asobal”.
El técnico reconoció que, aunque hubo aciertos, todavía queda trabajo por hacer: “Hemos hecho cosas bien, pero también muchas cosas mal. Otra vez el inicio de la segunda parte ha sido malo, pero el equipo nunca bajó los brazos. La resiliencia de los jugadores es digna de destacar”.
Urdiales puso en valor la actuación de los extremos y del pivote Omar Elegísio, así como de los jóvenes jugadores del equipo: “Tenemos cuatro pivotes tremendos, más Sergio, que es juvenil, y con Omar, Jorge, Juan y Jota tenemos variedad y movilidad. La victoria más que de un jugador, es del equipo por su valentía, arriesgando en el 7 contra 6 y con defensa abierta”.
El entrenador también lamentó la lesión de Coco durante la semana: “Le dio un pinchazo entrenando el jueves y tiene pinta de ser una rotura muscular grande, lo que nos entristece porque había hecho una pretemporada muy buena”.
Por último, Urdiales insistió en la necesidad de seguir mejorando: “Hay que seguir trabajando, defender mejor y los jóvenes tendrán que ayudar en lo que puedan. Este tipo de partidos serán más complicados a medida que avance la liga”.