La Universidad de Castilla-La Mancha (
UCLM) ha inaugurado en Cuenca su último curso de verano y extensión universitaria, una cita dedicada a la recuperación de recetas históricas tradicionales a través de la investigación científica y el conocimiento académico. Algunos de los platos documentados en este proyecto podrán degustarse en distintos restaurantes de la provincia entre el 15 y el 16 de octubre.
Durante el acto inaugural, el vicerrector de Cultura, Deporte y Compromiso Social, César Sánchez Meléndez, ha destacado el valor del trabajo universitario en la preservación del patrimonio gastronómico de la región. “El estudio de nuestros entornos más cercanos y, en este caso, de lo que somos a través de la gastronomía se hace desde el más puro sentido académico. Conocemos nuestras raíces desde el rigor científico, que es en lo que se basa la educación universitaria”, ha subrayado.
La primera jornada, celebrada en la capital conquense, incluye una comida de tradición milenaria y una cata de vino bajo el título El caldo de los dioses. Tarancón acogerá la segunda jornada, centrada en el resurgir de la gastronomía histórica, con maridajes, degustaciones y ponencias que aúnan ciencia, salud y arte culinario.
El director del curso, Miguel Ángel Valero, ha señalado que el programa “refleja el trabajo conjunto de las ciencias, la sanidad y las humanidades”, mientras que el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades, José Luis González Geraldo, ha descrito esta experiencia como “una oportunidad para crecer en lo académico y también desde el punto de vista de la socialización”.
Los cursos de verano y extensión universitaria de la UCLM buscan precisamente esa conexión con la ciudadanía, acercando el conocimiento más allá de las aulas. En esta línea, la delegada del Gobierno regional en Cuenca, María Ángeles López, ha puesto en valor la iniciativa “extramuros” de la universidad: “Generar actividad y economía en nuestros pueblos es importante en la lucha contra la despoblación, y ahí entra el papel de la gastronomía, siendo la gastronomía histórica un valor añadido”.
En total, medio centenar de asistentes participan en este curso que combina cultura, ciencia y tradición culinaria, reafirmando el compromiso de la universidad con la difusión del conocimiento y la promoción del patrimonio regional.