En los últimos años, se ha detectado un incremento de incidentes de este tipo en instalaciones deportivas, marquesinas y otras superficies acristaladas, especialmente en áreas cercanas a espacios naturales. Muchas de las aves afectadas son especies protegidas e insectívoras, esenciales para el control de plagas en el entorno.
José Ignacio Benito destacó que estas soluciones “son sencillas, eficaces y muy asequibles, y permiten compatibilizar la práctica deportiva con la conservación de la biodiversidad”. El coste de la instalación de las mallas, indicó, “no supera los 500 euros y puede reducir prácticamente a cero el riesgo de colisión”.
La Delegación provincial de Desarrollo Sostenible está informando a los ayuntamientos de la provincia sobre estas medidas preventivas y fomentando su implantación en instalaciones deportivas y espacios acristalados, ofreciendo asesoramiento técnico para garantizar su correcta aplicación.
Con esta iniciativa, Castillo de Garcimuñoz se suma a la apuesta por la convivencia entre actividad deportiva y conservación de la fauna, sirviendo de ejemplo para otros municipios de la provincia.