El presidente del CD Quintanar del Rey, Pedro Navarro, ha defendido este martes a la afición del club tras los presuntos insultos ocurridos en el derbi provincial frente a la UB Conquense, un partido que terminó sin goles pero que ha derivado en una fuerte polémica extradeportiva. Navarro rechaza que pueda “criminalizarse” a toda la grada por los comentarios de “una o dos personas” y considera que la situación se ha convertido en “una campaña de odio” contra la entidad y su afición, al tiempo que insiste en que el acta arbitral y la denuncia pública del jugador Nacho Ruiz presentan “contradicciones”.
El presidente del CD Quintanar del Rey, Pedro Navarro, ha ofrecido este martes una extensa valoración sobre la polémica surgida durante el derbi provincial frente a la UB Conquense, un encuentro que terminó con empate a cero pero que ha quedado eclipsado por las acusaciones de insultos desde la grada contra el jugador conquense Nacho Ruiz.
Navarro ha asegurado para CMM que lo ocurrido se está utilizando para “criminalizar” injustamente al club y a su afición. A su juicio, la situación responde a “una campaña de odio” dirigida contra el CD Quintanar del Rey, alimentada —según expresó— por “una contradicción” entre lo recogido en el acta arbitral y lo publicado posteriormente por el jugador.
Diferencias entre el acta y la denuncia pública
El presidente mostró el acta redactada por el árbitro, en la que se recoge que el jugador comunicó haber escuchado insultos “xenófobos y racistas” en el minuto 79. Navarro subrayó que estas expresiones no coinciden con la denuncia pública de Ruiz, quien habló de insultos homófobos en redes sociales. “Aquí algo pasa; se contradice lo que aparece en el acta con lo que después se publica”, señaló.
Pese a ello, reiteró su rechazo a cualquier tipo de comportamiento ofensivo en los estadios. “Este tipo de comentarios hay que atajarlos y tomar medidas para que estos personajes no vuelvan a entrar a un campo”, afirmó, aunque insistió en que no se puede responsabilizar a toda una afición por lo que, sostiene, pudo deberse a “una persona o dos”.
Posibles acciones legales y dificultades para identificar a los autores
Navarro confirmó que el club está dispuesto a emprender acciones legales si llega a conocerse la identidad de quienes profirieron los insultos “en caso de haberse producido”. No obstante, reconoció la dificultad de la investigación debido a la ausencia de cámaras en el campo y a la falta de testimonios directos: “A mí nadie me ha dicho nada. Si me entero de quién ha sido, está expulsado del campo mientras yo sea presidente”.
El dirigente aseguró haber pedido colaboración a personas situadas en la zona desde la que presuntamente surgieron los insultos, aunque hasta el momento —indicó— no se ha obtenido información concluyente.
Críticas al tratamiento mediático y llamamiento a centrarse en el fútbol
Navarro expresó su malestar por la repercusión pública del caso y consideró que se está sobredimensionando. “Creo que esto debería haber quedado internamente”, afirmó, subrayando que el protocolo de seguridad se activó durante el encuentro y el speaker comunicó lo establecido en estos casos.
El presidente sugirió que, en su opinión, desde la entidad conquense se prefiere centrar la atención en esta controversia antes que en lo deportivo: “Para ellos quizás sea una bajeza venir a San Marcos y empatar contra el último. No les interesa hablar de fútbol”. Añadió que, pese a la tensión generada en redes sociales, ha pedido calma a los seguidores locales ante los mensajes amenazantes que algunos han recibido.
Relación con la UB Conquense y mensaje final
Navarro aclaró que mantiene una relación cordial con responsables de la UB Conquense y que incluso contactó con Nacho Ruiz para pedirle disculpas “en caso de que hubiera habido esos insultos supuestos”. En todo caso, insistió en que el club ya ha dado explicaciones y que su prioridad ahora es centrarse en el próximo partido: “Lo que nos toca es pensar en el Real Madrid C y olvidarnos de esto”.
El presidente concluyó reiterando su rechazo a cualquier insulto en el deporte, aunque defendió que situaciones como esta, afirmó, ocurren “todos los fines de semana” en distintos campos. “No se puede permitir, pero tampoco se puede convertir en un arma para dañar al club”, sentenció.