La RACAL cambia su programación de esta semana y ofrecerá una conferencia del historiador Miguel Jiménez Monteserín sobre la Cuenca de finales del siglo XIV, aprovechando una valiosa documentación del periodo y revisando el impacto social y económico de los años más convulsos del medievo conquense.
La programación de la Real Academia Conquense de Artes y Letras (RACAL) sufrirá una modificación este martes 9 de diciembre debido a un imprevisto. La conferencia prevista, titulada “Europa en la encrucijada” y que iba a impartir el catedrático de Geografía y director de la Real Academia de Córdoba, Bartolomé Valle Buenestado, ha tenido que ser suspendida por motivos personales que le impiden desplazarse a Cuenca.
En su lugar intervendrá el director de la propia corporación conquense, el historiador Miguel Jiménez Monteserín, quien ofrecerá una ponencia centrada en un tema diferente en época, pero muy ligado a la identidad histórica de la ciudad: la sociedad y la economía de la Cuenca de finales del siglo XIV. La sesión se celebrará en el salón de actos de la sede académica, situada en la última planta del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón, con entrada libre y gratuita como es habitual.
Un viaje documental a un tiempo convulso
Jiménez Monteserín se apoyará en una serie de documentos excepcionales: las actas redactadas entre 1391 y 1394 por los escribanos del cabildo de la Catedral de Cuenca. Este conjunto de escrituras —inusual en la documentación castellana medieval anterior al siglo XV— recoge testimonios de vecinos laicos y eclesiásticos sobre asuntos cotidianos, económicos y sociales, lo que lo convierte en una fuente singular para comprender la vida conquense en esos años.
Los textos cobran aún más relevancia por el contexto histórico en el que fueron elaborados: una etapa marcada por profundas tensiones políticas tras la guerra civil que llevó a Enrique II al trono, la muerte del rey Juan I en 1390 y la minoría de edad de su sucesor, Enrique III. La fragilidad del poder monárquico alentó conflictos sociales, dificultades agrícolas y desajustes financieros derivados de las cargas fiscales.
El verano de 1391 y el asalto a la judería
A este escenario se sumaron los disturbios que se propagaron por numerosas ciudades castellanas y que desencadenaron agresiones antijudías en cadena. En Cuenca, el asalto a la judería durante el verano de 1391 dejó una profunda huella social y política. Parte de sus consecuencias, así como la transición de muchos judíos a conversos, serán analizadas en la conferencia, titulada “De judíos a conversos. Sociedad y economía en Cuenca a finales del siglo XIV”.
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