La Confederación de Empresarios de Cuenca (CEOE CEPYME Cuenca) advierte de que las microempresas son, una vez más, el eslabón más débil ante el constante aumento de costes que afronta el tejido empresarial. Su reducido tamaño y menor capacidad de maniobra las sitúan en una posición especialmente vulnerable, tal y como refleja el Indicador CEPYME sobre la Situación de la Pyme correspondiente al segundo trimestre del año.
El informe, elaborado por el Servicio de Estudios de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, confirma que los costes encadenan ya cuatro trimestres de crecimiento tras la breve etapa de estabilización registrada a mediados de 2024. Una tendencia que continúa tensionando a las pymes y que se refleja en la evolución del número de empresas: desde 2019 ha desaparecido un 2% de las microempresas —unas 23.000 en todo el país— y solo en el segundo trimestre de 2025 se ha producido un nuevo retroceso del 0,3%.
Ventas estancadas y costes disparados
La situación se agrava por el estancamiento de las ventas. Las pymes españolas no han logrado recuperar el ritmo previo a la pandemia y se mantienen un 16% por debajo de la tendencia que habrían seguido si se hubiera mantenido el crecimiento registrado entre 2015 y 2019.
Mientras tanto, los costes continúan al alza: en el segundo trimestre de 2025 crecieron un 1,3% interanual, sumando ya un incremento acumulado del 23,4% en los últimos seis años. Los costes laborales son el principal factor de presión y llevan 17 trimestres consecutivos subiendo por encima del 3%.
Las microempresas, las más expuestas
El análisis de CEOE CEPYME Cuenca subraya que las microempresas son las más perjudicadas por esta escalada. Desde 2019 sus costes han aumentado un 24,5%, una subida que pone en riesgo su estabilidad y les limita a la hora de mantener la actividad ante unos márgenes cada vez más ajustados.
La patronal conquense insiste en la necesidad de adoptar medidas que alivien esta presión, especialmente en el colectivo más pequeño del tejido productivo, cuya fragilidad se está acentuando en un contexto económico todavía incierto.
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