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Turbos y nazarenos componen una procesión histórica del Camino del Calvario
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(Foto: cuencanews.es)

Turbos y nazarenos componen una procesión histórica del Camino del Calvario

Por Rubén M. Checa
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rubencuencanewses /5/5/16
viernes 15 de abril de 2022, 17:54h

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Hacía tres años que la procesión más monumental de la Semana Santa de Cuenca no salía a la calle. Hacía 4 años que el cortejo procesional de la madrugada conquense no realizaba el recorrido al completo. Y este viernes, después de todos estos años, los turbos y nazarenos compusieron una estampa histórica.

Ya desde primera hora de la madrugada, los turbos ansiosos aguardaban en la plaza de la Iglesia del Salvador para que la procesión diese comienzo, pero no fue hasta las 5.32 horas cuando las puertas diseñadas por Miguel Zapata se abrieron de par en par para que Jesús Nazareno tomase las calles de la ciudad.

Delante de ella se concentró una turba en la que, según el presidente del Grupo Turbas, había inscritos en torno 2.300 turbos, pero a tenor de lo vivido en la madrugada conquense seguramente la cifra superara los 3.000.

Del rugir de los tambores y clarines característicos del Viernes Santo de Cuenca, que acompañó tanto al nazareno como a Jesús Caído y la Verónica, San Juan evangelista; se pasó al silencio sepulcral sólo roto por las bandas de música acompañando a las tallas del encuentro de Jesús y Maria y la virgen de la Soledad de San Agustín.

Los nazarenos y conquenses realizaron un subida rápida y limpia, en la que destacó el homenaje que el grupo turbas llevó a cabo en el monumento del turbo, en la calle Palafox, en donde se hizo un sencillo acto en recuerdo a aquellos turbos que han tocado sus tambores y clarines desde el cielo, y con un recorrido en el que se notaba menor afluencia de público que otros años, pero en su llegada a la Plaza Mayor, no cabía nadie más.

Según los datos facilitados por bomberos del Ayuntamiento de Cuenca, se estima la presencia de en torno a 9.000 personas sólo en la Plaza Mayor contemplando la llegada de la procesión, una cifra que se notaba por el rugir de la turba que recreaba la burla que recibió Jesús camino del calvario.

Pasadas las 10.30 horas de la mañana de este Viernes Santo comenzó la bajada de la procesión y en donde los primeros turbos más próximos al nazareno comenzaban con la fea costumbre de no dejar avanzar a la procesión, lo que provocó ciertos momentos pequeñas avalanchas pero que no llegaron a nada más.

El momento clave, como cada Viernes Santo, llegó cuando el Jesús Nazareno se posó frente a la iglesia de San Felipe Neri. Como si por arte de magia se tratase, todo el mundo quedó en silencio, incluso se podían oír el cantar de los pájaros del Casco Antiguo de la ciudad. Todo el mundo quería escuchar la interpretación del Miserere por parte del coro del Conservatorio de la ciudad.

Segundos antes de que terminase este miserere, la turba volvió a rugir, continuó representando la burla que sufrió Jesús, y seguramente que hizo saltar alguna que otra lágrim de emoción tras una larga espera de 4 años sin poder disfrutar de este momento.

Poco a poco fue avanzando la procesión para llegar hasta la misma iglesia del Salvador, lugar también de cierre del cortejo de un Camino del Calvario conquense que volvió a invadir las calles de Cuenca, que volvió con su representación, y que se convirtió en histórico sin lugar a dudas.

11 INCIDENCIAS DURANTE LA NOCHE

A lo largo de la madrugada de este Viernes Santo, según ha puntualizado el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, mientras la turba llegaba a la Plaza Mayor, se han producido “incidencias menores”.

A las 4.30 horas de la madrugada se registraban 4 incidencias, mientras que a las 9 horas la cifra había ascendido hasta las 11 incidencias, que seguían siendo menores.

“Mucha emoción y muchas ganas de volver a ver las procesiones”, ha asegurado el alcalde, indicando que estas incidencias han sido intoxicaciones etílicas, daños en dedos en una noche muy tranquila.

VISITA DE PAGE Y NÚÑEZ

Por último, ha agradecido a los turbos “su comportamiento ejemplar” durante la madrugada más importante de la ciudad de Cuenca.

En el Ayuntamiento también ha estado presente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien no ha querido perderse la procesión Camino del Calvario. Ahí, ha definido la de este año como “una Semana Santa pletórica” en toda la región.

“Esta procesión en particular es una buena síntesis de la pasión que ponemos en Castilla-La Mancha a nuestras tradiciones”, ha reconocido García-Page para quien la Semana Santa también transmite felicidad a pesar del dolor y el calvario, “termina bien, en resurrección que en el fondo es lo que todos buscamos, esperanza”, ha argumentado.

“Hoy en post pandemia hay que tener esperanza y autoestima”, cosa que, para él, las turbas le “cargan la autoestima y las pilas una barbaridad” por lo que no ha dudado en asegurar que se pasaría “el día escuchándolas”.

Tampoco ha querido perderse la procesión el presidente del PP de Castilla-la Mancha, Paco Núñez, quien ha asegurado estar “ante uno de los momentos más importantes de la semana de castilla la mancha”.

Por eso no ha querido faltar y compartir así con los conquenses “este día tan importante y ver la alegría de volver a ver la procesión en la calle”. “Ha sido una larga espera para que podamos volver a tener todos los turbos en la calle, en un día que ha ido todo con mucha normalidad”.

Con todo, un Camino del Calvario que hizo emocionar por lo simbólico y la añoranza de los más queridos, por la recuperación de la tradicional turba y por volver a ver y escuchar a los turbos fuera de los balcones como los dos años anteriores.

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