El auge de las plataformas virtuales de venta ha traído consigo transformaciones en otros sectores implicados en su evolución. El del transporte es uno de ellos, y es que los e-commerce necesitan servicios de traslados de mercancía eficientes para poder cumplir con los plazos de entrega previstos.
Las furgonetas son, por norma general, el medio de transporte estrella para el envío de productos a destino. No obstante, el nivel de actividad de cada establecimiento varía en función de su nivel de proyección y afluencia, que se traduce en un volumen de pedidos mayor o menor, lo que incide de manera directa en las necesidades de un e-commerce determinado en cuanto al transporte.
Eso quiere decir que cada empresa puede necesitar de servicios de transporte de distinta envergadura, desde furgonetas de 3m³ hasta camiones carrozados de 20m³. La decisión habrá que hacerla en función de las necesidades de cada empresa, lo que lleva asociado una inversión en transporte.
De ahí que surja la pregunta estrella para muchas empresas: ¿es más conveniente optar por el alquiler o por la compra de una furgoneta? Cada opción, como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes.
¿Es mejor alquilar o comprar una furgoneta para empresas?
Por norma general, el servicio más empleado es el del alquiler, aunque algunas empresas optan por adquirir un transporte propio con el fin de disponer del suyo propio en todo momento.
La parte buena de comprar una furgoneta es que no se depende de la disponibilidad ni del nivel de demanda, y tampoco hay que preocuparse de los gastos del alquiler porque el vehículo es propiedad de la empresa, por lo que, al asumir su coste, no se requiere abonar los pagos por el alquiler ni realizar el depósito de la fianza.
Pero esta opción también cuenta con un talón de Aquiles: es una opción mucho menos flexible, dado que si existen cambios en el volumen de las entregas y las expectativas de crecimiento de la empresa se sitúan fuera de las previsiones a corto o medio plazo, la furgoneta puede que acabe por no ser de utilidad si su capacidad no cubre por completo las necesidades de la empresa.
Esto no ocurre al alquilar una furgoneta, ya que en el momento de formalizar el alquiler en cada momento se puede elegir entre una oferta amplia de capacidades y tamaños, lo que permite adaptar las características del vehículo al volumen de mercancía en cada momento.
Esa flexibilidad es, en realidad, la responsable de hacer que el alquiler de furgonetas sea la opción más eficiente. La clave está en recurrir a plataformas de alquiler de furgonetas como BeneluxCar.es, que cuenta con una amplia gama de vehículos de alquiler para empresas: desde furgonetas pequeñas, medianas y grandes (de 3m³, 6m³ y 12m³, respectivamente) hasta furgonetas de gran volumen (14m³), pasando por camiones carrozados de 20m³.
También permite alquilas furgonetas de distintas capacidades (5, 7 y 9 plazas) por periodos de duración variable, estando en posición de satisfacer cualesquiera que sean las necesidades de cada empresa en distintos momentos del año.
¿Qué se necesita para poder alquilar una furgoneta?
BeneluxCar es una empresa especializada en el alquiler de vehículos de todo tipo, y las furgonetas para empresas es uno de los tipos de vehículos más demandados por las empresas para el traslado de personal y de mercancía.
Como primer requisito, desde BeneluxCar insta a los interesados a definir el periodo de alquiler de la furgoneta. El servicio de furgonetas comerciales de la plataforma destaca por su flexibilidad, pudiendo seleccionar tramos cortos en el calendario o periodos de larga duración.
El servicio de alquiler de furgonetas comerciales de BeneluxCar se contrata por kilómetros limitados. Eso quiere decir que tiene que haber designado un punto de origen y destino concretos a la hora de la contratación.
Esto permite a las empresas alquilar furgonetas comerciales con un punto de origen y de destino concretos, mejorando la capacidad organizativa y pagando únicamente por la distancia recorrida.
El servicio de alquiler de furgonetas comerciales de BeneluxCar exige el abono de un depósito como garantía, una fianza, que puede oscilar entre 150 y 300 euros. Dadas las características del servicio, el alquiler de una furgoneta sin fianza no es posible, al margen de la contratación de un seguro a todo riesgo. Cabe recordar que estos seguros cubren los daños de la franquicia, pero no cualquier otro desperfecto.
Desde BeneluxCar recomiendan verificar toda la documentación antes de la firma del contrato para tener la seguridad de que los datos son correctos, que los servicios contratados coinciden con las necesidades de la empresa y que no incluyen otros extras.
Eso sí, es necesario tener a mano la licencia de conducir, que deberá tener como mínimo un año de antigüedad, y los datos de una tarjeta de débito o crédito para realizar el depósito de la fianza.
También es recomendable hacer una revisión del vehículo para reportar cualquier aspecto que no se ajuste con lo contratado o que se encuentre en condiciones deficientes, ya que, en caso de ser necesario, el vehículo podrá ser sustituido.
Además, es conveniente comprobar el kilometraje y el nivel de combustible, para dejarlo en las mismas condiciones en el momento de la devolución, así como familiarizarse durante los primeros minutos al volante con su cuadro de mandos y con el tamaño del vehículo.
Entonces, ¿qué opción es más conveniente?
Por flexibilidad, eficiencia y rentabilidad de la inversión, el servicio de alquiler de furgonetas comerciales es el que más compensa, por norma general, a las empresas que necesitan contar con vehículos para el transporte de mercancía y personal.
Además, el hecho de contar con el respaldo de una firma especializada en servicios de alquiler de vehículos como BeneluxCar, capaz de ofrecer una variedad de furgonetas de distintas capacidades para adaptarse a todo tipo de necesidades, es una garantía de cara a cumplir satisfactoriamente cualquier traslado comercial de corte empresarial.
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