A la hora de seleccionar el material de ventanas y puertas más apropiado, la madera se posiciona como una elección especialmente interesante por muchos motivos. Su componente estético es innegable como podemos ver en estas nuevas ventanas de madera lacadas blancas pero, además, este material se presenta como una opción ecológica y sostenible pues su producción tiene un menor impacto ambiental en comparación con otros materiales más convencionales.
Por otra parte, tiene menos gastos asociados en concepto de mantenimiento y presenta mayores oportunidades de ahorro económico a largo plazo tanto de forma directa como indirecta. A continuación, compartimos contigo los principales beneficios que nos brindan las fábricas de ventanas de madera en el contexto del hogar.
Propiedades de la madera
En el pasado, las ventanas rústicas de madera podrían haber sido consideradas problemáticas debido a preocupaciones sobre su durabilidad y mantenimiento. Sin embargo, los avances tecnológicos han revolucionado esta industria. Los perfiles laminados, por ejemplo, brindan una mayor estabilidad y resistencia, mientras que permiten adaptarse a los vidrios modernos que mejoran el aislamiento térmico y acústico.
Regula humedad
Las ventanas y los balcones de madera a medida no solo mejoran el aspecto de nuestros hogares, sino que también juegan un papel activo en la regulación del ambiente interior. Este material tiene la habilidad de absorber y liberar humedad según las condiciones, lo que puede tener beneficios directos en la salud respiratoria y en la prevención de problemas relacionados con la humedad.
Estanqueidad al aire
En términos de eficiencia energética, también ofrecen notables ventajas. Su estanqueidad al aire es evaluada de acuerdo con la norma UNE-EN 12207, que clasifica las ventanas en diferentes niveles de estanqueidad. Las ventanas de madera pueden alcanzar desde clase 1 hasta clase 4, lo que demuestra su capacidad para minimizar las infiltraciones de aire no deseado.
Resistencia al fuego
Sus propiedades intrínsecas hacen que sean resistentes al fuego. Además, emiten menos humo y toxinas en comparación con los plásticos, lo que contribuye a una mayor seguridad en caso de incendio.
Conductividad
En el ámbito del aislamiento térmico, la madera sobresale. Con una baja conductividad térmica en comparación con otros materiales como el aluminio, el PVC o el hormigón, este material actúa como un aislante natural, manteniendo el calor dentro en invierno y el calor fuera en verano.
Aislamiento
Los sistemas modernos logran valores excepcionales en términos de aislamiento térmico, con valores que caen por debajo de 0.80 W/(m K). Esto no solo implica un ahorro en costes de calefacción y refrigeración, sino también una experiencia más cómoda.
No obstante, este material no solo destaca en el ámbito del aislamiento térmico, sino que también se presenta como un material excepcional para el aislamiento acústico. Los perfiles sólidos pueden superar los 50 decibelios en términos de atenuación del sonido, alcanzando la calificación máxima del Código Técnico de la Edificación.
Coste energético y emisiones de CO2
En comparación con materiales como el aluminio o el PVC, su producción genera significativamente menos emisiones de CO2. De hecho, su fabricación consume una fracción de la energía primaria requerida por otros materiales.
Construcción pasiva
La capacidad de aislamiento se alinea perfectamente con los conceptos de construcción pasiva y de bajo consumo. Estas ventanas contribuyen al ahorro energético a lo largo del tiempo y a la reducción del impacto ambiental, además de prolongar la vida útil de la construcción.
Sostenibilidad
La sostenibilidad no solo se mide por la eficiencia energética durante la vida útil de las ventanas, sino también por el coste energético involucrado en su producción. En este sentido, destacan por su bajo coste en la fase de fabricación, reiterando aún más su posición como una elección amigable con el medio ambiente.
Durabilidad
La inversión en estas se traduce en ahorro a largo plazo pues están diseñadas para durar generaciones con un mantenimiento mínimo. A diferencia de otros materiales, se renueva y repara fácilmente, evitando la necesidad de reparaciones.
Inversión en medio Ambiente
Su elección contribuye al cuidado de los bosques y el medio ambiente, favoreciendo la sostenibilidad de los recursos naturales al tiempo que nutre la generación de empleo en zonas rurales.
Por un lado, se convierte en una herramienta esencial en la lucha contra el cambio climático. A medida que los árboles crecen, absorben carbono de la atmósfera, ayudando a reducir los niveles de CO2. Afortunadamente, es un recurso renovable, natural y reciclable por lo que su uso respeta un ciclo de vida sostenible.
Por otro lado, aunque es un material respetuoso con el medio ambiente, es crucial distinguir entre su uso sostenible y la deforestación. En Europa, existe regulación y control en los aprovechamientos forestales para garantizar que provenga de fuentes responsables. Optar por la madera contribuye a la sostenibilidad y al cuidado adecuado de los bosques.
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