Cómo aplicar el pago por servicios ambientales en la Serranía de Cuenca
Uno de los especialistas participantes en la jornada ha sido Pablo Martínez de Anguita, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, quien ha mostrado una de las claves: La conservación de la naturaleza, papel desempeñado principalmente en los pueblos, no es gratuita y si no invertimos en ella, la presión que ejercemos hace que se degrade. A ello se añade que hasta ahora, como no ha tenido un precio, parece que tampoco tiene un valor, pero éste es un concepto que debe empezar a cambiar.
Hasta ahora, el valor del monte procedía exclusivamente de su aprovechamiento maderero, pero la riqueza también está en otros usos como las setas, la caza, el paisaje, las masas arbóreas como sumidero de CO2, la recarga de agua, la prevención de incendios forestales o el mantenimiento del suelo.
Los expertos recomiendan analizar cada situación y ver qué servicios ambientales se puede ofrecer en cada caso concreto: desde un ayuntamiento, hasta el propietario de un monte pasando por una empresa de aguas o una cooperativa forestal.
El jefe del área de planificación de VAERSA, Javier de Vicente, ha ejemplificado un caso de pago por servios ecosistémicos en Cataluña, donde una embotelladora de agua solucionó los problemas de calidad del agua pagando para que los agricultores de la zona trabajaran por garantizar también que sus cultivos no perjudicaran la calidad del agua y se conservara el entorno.
Javier de Vicente ha animado a los alcaldes y empresarios asistentes a la jornada a “salir a buscar” a las entidades que están dispuestas a pagar por los servicios ambientales que pueden ofrecer, y ha recordado que grandes empresas tanto eléctricas como de otro perfil tienen en sus presupuestos reservados millones de euros para invertir en conservación del medio natural.
Pago por servicios ecosistémicos también a gran escala
Este pago por servicio ambiental también se traslada a la gran escala del ámbito estatal ya que en el medio urbano se hace uso gratuito de los servicios ambientales generados en el medio rural. Así, de los numerosos servicios que ofrece un monte, algunos especialistas han comenzado a calcular el precio por el servicio ambiental que presta cada hectárea forestal por recarga de agua y sumidero de CO2.
El biólogo y consultor medioambiental, Ricardo Almenar, ha explicado el mecanismo por el que se valora, se pone precio y se puede pagar un servicio ambiental. También ha asegurado que explicándoles a las personas cuál es el uso de ese dinero –conservación del medio natural- éstas están dispuestas a pagarlo mediante pequeñísimas tasas en la factura eléctrica que luego revirtieran en aquellos municipios que realizan una gestión activa y responsable de su patrimonio forestal.
Importancia de la participación de los implicados y Agenda 21 Local
Adolfo Marco, técnico de PRODESE responsable de este nuevo enfoque de Pago por Servicios Ecosistémicos o ambientales, insiste en la importancia de trabajar todos los municipios unidos bajo el paraguas de la Agenda 21 local, como herramienta de participación de la población en su propio modelo de desarrollo.
El Ministerio de Medio Ambiente ya cuenta con un plan estratégico de pagos ambientales y PRODESE, a través de la presentación de un proyecto técnico, se ha postulado como una de las tres comarcas piloto donde empezar a aplicarlo. En este sentido, PRODESE apuesta por el cambio hacia un modelo de contabilidad ambiental y considera que comenzando desde abajo, con un cambio en el ámbito municipal, también se puede producir un giro autonómico y estatal.
Los alcaldes, técnicos de desarrollo rural, empresas forestales y propietarios de montes que han acudido a la jornada de Villalba de la Sierra han participado en un debate intenso e interesante sobre todos estos conceptos y cómo trasladarlos a su realidad particular. Una de las primeras acciones será enviar un documento a la Junta de Comunidades para conocer su disposición a estudiar cómo introducir una tasa por el pago de servicios ambientales.
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