Pero resulta que a este humilde ciudadano de a pie le ha resultado más interesante lo que dicen y proponen estos otros ciudadanos de a pie que lo que dicen y proponen para los terrenos de la estación las instituciones, los partidos o los agentes económicos y sociales
La transformación de los terrenos de la estación como consecuencia del traslado de las vías es, además de una imperiosa necesidad, una oportunidad histórica por muchos motivos, a saber:
Es urgente compensar, hasta donde se pueda, el error asimismo histórico de situar la estación del Ave en tierra de nadie, en lugar de haber afrontado, como en Albacete, un proyecto de estación multimodal, si no en el centro, por lo menos en la ciudad, y no en un cerro que es donde nos la han puesto.
Convertir lo que actualmente es una barrera que distorsiona el diseño urbano de la ciudad en la excusa perfecta para diseñar la Cuenca del futuro, pero sin demora, que ya hemos esperado demasiado.
Alinear en torno al futuro de los terrenos de la estación proyectos e inversiones productivas de iniciativa pública como palanca de desarrollo económico. Este es un lugar privilegiado para un futuro Parque Científico y Tecnológico de Cuenca para empresas especializadas en sostenibilidad, arquitectura bioclimática, construcción en madera, diseño gráfico, biomasa y aprovechamientos forestales.
También es una ubicación más que idónea para el parque temático, científico y de ocio en torno a los restos del yacimiento de “Lo Hueco”. Una instalación cultural y lúdica compuesta por varios edificios que se integren en la nueva trama urbana de diseño avanzado. Un proyecto que no debe reducirse a los restos fósiles de dinosaurio y que podría desarrollar el argumento del surgimiento de la vida en la tierra, la evolución de las especies, los primeros homínidos, la cultura humana hasta la civilización tecnológica actual que vuelve su mirada a sus orígenes y a una relación menos destructiva con la naturaleza de la que hemos surgido.
Empezar a hacer de verdad una ciudad más humana y más amable sustituyendo sin complejos la movilidad motorizada por la movilidad sostenible. Sencillamente, y tal y como propone este colectivo ciudadano, en la gran avenida que articularía los terrenos no habría sitio para los coches. Habría espacio para peatones, deportistas, ciclistas y tranvía.
Para fomentar el turismo y aumentar el atractivo para las empresas de servicios de alto valor añadido, se trataría de asociar a la marca Cuenca la imagen de ciudad avanzada, urbanismo de vanguardia, una ciudad sostenible, joven, dinámica, creativa, innovadora y que apuesta por la calidad de vida.
Jesús Neira Guzmán
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