La diputada regional por el PSOE de Cuenca, Manuela Galiano, ha criticado “la doble vara de medir que utiliza, una vez más, la señora Cospedal”. Y es que “ahora la lideresa ‘popular’ pide para el ex-presidente Aznar el estatus que lleva tiempo intentando negar a José Bono y a José María Barreda”.
Galiano ha explicado que “hace unos días Cospedal decía que era de sentido común que los ex-presidentes del Gobierno, como es el caso de Aznar, disfruten de un mínimo estatus, al haber marcado el destino del país durante un tiempo”. Es curioso, por tanto, “que desde el año pasado el PP, con Cospedal a la cabeza, esté intentando anular esos mismos derechos en Castilla-La Mancha, una nueva demostración de su hipocresía y de la animadversión que siente por Bono y por Barreda”.
Ha recordado la responsable socialista que “fue a finales del mes de noviembre del año pasado cuando el PP presentó en las Cortes regionales una iniciativa para que los ex-presidentes de la Junta de Comunidades dejasen de tener unos determinados medios y apoyos según regula la Ley del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, tal y como fue aprobado por unanimidad en su día PP y PSOE”.
En esa misma iniciativa, continúa Galiano, “también pretendían eliminar que los gastos generados por esos medios y apoyos fueran atendidos con el Presupuesto de Castilla-La Mancha y que los ex-presidentes cobrasen, cuando fuesen miembros del Consejo Consultivo regional, un sueldo equivalente al de viceconsejero del Gobierno durante el tiempo que se mantuviesen en dicho cargo”.
De hecho, ha señalado la diputada regional, “la hipocresía de Cospedal no tiene límites, pues ha seguido criticando al presidente Barreda incluso cuando éste anunció que iba a renunciar a estos derechos cuando fuese ex-presidente”.
En definitiva, ha finalizado, “vuelve a ponerse de manifiesto que Cospedal sólo critica por criticar y por buscar el enfrentamiento en Castilla-La Mancha, puesto que a la hora de trabajar por su partido a nivel nacional cambia su criterio radicalmente. Más le valdría a ella renunciar a parte de su sueldo, porque cobrar 250.000 euros sí que es una vergüenza, cuando precisamente ella no se lo merece porque no hace nada por Castilla-La Mancha”.
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