“Solo son un medio para conseguir ciertos fines y que son éstos fines los que recoge la Constitución: el derecho a la Sanidad, a la Educación, a la Vivienda, al Trabajo…..” Para IU confundir los fines con los medios es un absoluto disparate y no tiene más explicación que hacer otro favor más a los “mercados”, esos entes supuestamente abstractos pero que tienen caras y nombres aunque no nos lo digan: los grandes capitalistas y la gran banca, es decir los de siempre. Van a seguir hipotecando y asfixiando al país para que se beneficien los especuladores, e impedirán el manejo de gran parte de la política económica para poner solución a los problemas de los trabajadores, quienes volverán a ser los que paguen los vidrios rotos.
Como no podía ser de otra manera, el Sr. Rajoy aplaude ostensiblemente el planteamiento, porque claramente favorece a los mismos que defiende y representa el PP allá donde gobierna. Es curioso ver lo rápido que se han puesto de acuerdo ¿esto es una pinza? ¿O es que los dos grandes partidos defienden los mismos intereses?
Pero más esperpéntico resulta ver que semejante propuesta la hace un gobierno que ya está en el tiempo de descuento, cuando ya el Parlamento es un cadáver político y hay convocadas elecciones para Noviembre. En esta tesitura, no tienen ni Gobierno ni Parlamento legitimidad moral para plantear semejante cosa.
Igualmente la dirección provincial de IU critica la rapidez con la que intentan hacer esta modificación y por el contrario hacen imposible que la Constitución se modifique en temas como la Monarquía, las Iniciativas Legislativas, la Ley Electoral o la igualdad de derechos entre hombres y mujeres (la Sucesión), que tantas veces se ha reivindicado. Tal como ha dicho el Sr. Bono al respecto, queda tiempo para modificarla solo si es para eso. ¡Bonita lección de democracia acaba de darnos!
Para finalizar, indicó que en cualquier caso esta modificación debería ser sometida a referéndum, para que sean los españoles los que decidan libremente sobre este tema, y no sea un grupito de muy pocas personas las que decidan por todos, máxime cuando esta Legislatura está agotada y, en la práctica, esos diputados ya no representan a nadie.