El Hospital Universitario de Cuenca amplía significativamente sus servicios de Alergología y la Unidad del Dolor, con un aumento notable de profesionales, recursos y prestaciones, que permitirán atender de forma más completa y avanzada las crecientes necesidades sanitarias de la población conquense.
El Hospital Universitario de Cuenca (HUCU), dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha dado un salto cualitativo y cuantitativo en la atención sanitaria de la provincia con la puesta en marcha de nuevos servicios y la ampliación de recursos, especialmente en Alergología y la Unidad del Dolor. Así lo han destacado los responsables de estas áreas durante la presentación del crecimiento asistencial que supone el traslado desde el antiguo Hospital Virgen de la Luz al nuevo complejo hospitalario.
El doctor Antonio Moreno, jefe de Sección de Alergología del Área Integrada de Cuenca, ha resaltado que el servicio ha experimentado un crecimiento “espectacular” en prestaciones, profesionales y recursos materiales. El número de alergólogos ha pasado de cinco a ocho, y el equipo se ha reforzado con más personal de enfermería y una auxiliar administrativo. Además, las instalaciones se han más que duplicado, pasando de cuatro salas en el antiguo centro a nueve en el HUCU.
Entre las novedades, destaca la creación de una Unidad de Inmunoterapia para la administración segura y eficaz de vacunas antialérgicas, el único tratamiento capaz de frenar y curar las alergias, mediante la administración periódica de extractos alérgenos durante un período de 3 a 5 años. Esta unidad cumple con los 22 requisitos exigidos por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) para su acreditación.
El doctor Moreno ha explicado que el 27 % de la población conquense padece algún tipo de alergia, porcentaje que ha aumentado un 35 % en dos años, con un incremento de pacientes nuevos atendidos que ha pasado de 2.568 en 2022 a 3.440 en 2024. Según las previsiones, en dos décadas esta cifra podría alcanzar el 50 % de la población, por lo que la ampliación del servicio permitirá cubrir estas crecientes demandas.
Por su parte, José Antonio Ballesteros, gerente del Área Integrada de Cuenca, ha destacado que, dos semanas después de la apertura del nuevo hospital, ya se había atendido al paciente número 1.000, con un volumen de actividad que incluye 100 resonancias magnéticas, 250 pruebas radiológicas y 30 tomografías computarizadas, además de más de 200 pacientes en Consultas Externas.
La Unidad del Dolor también ha experimentado un avance significativo con el traslado. El doctor Juan Carlos García Collada, jefe del Servicio de Anestesia, junto con la coordinadora de la Unidad del Dolor, la doctora Rosa María Pereda, han informado que las consultas y tratamientos de esta unidad aumentarán notablemente su capacidad gracias a cinco días de atención semanal, tres puestos habilitados para tratamientos de enfermería y un incremento previsto de más del 40 % en técnicas intervencionistas.
Entre los nuevos tratamientos que se podrán ofrecer destacan la ozonoterapia, infusiones intravenosas ambulatorias de fármacos como ketamina o lidocaína, y la estimulación eléctrica transcraneal, que hasta ahora no se realizaban por falta de espacio.
Ballesteros ha subrayado que el nuevo hospital no solo crece en calidad y seguridad, sino que amplía su cartera de prestaciones asistenciales, superando las limitaciones del antiguo centro.
Con estas mejoras, el Hospital Universitario de Cuenca se posiciona para responder a las necesidades sanitarias de la población conquense durante las próximas décadas, consolidándose como un referente en especialidades clave como alergología y el tratamiento del dolor.