La UB Conquense cerró la primera vuelta con un empate de alto valor competitivo ante el CF Intercity (2-2) en La Fuensanta, un resultado que refuerza la dinámica positiva del equipo y consolida su crecimiento en la categoría. Así lo destacó su entrenador, Rober Gutiérrez, que puso el acento en la entrega, el compromiso y los valores mostrados por sus jugadores en un nuevo partido sin conocer la derrota.
“El equipo sigue con un ejercicio de resiliencia tremendo. Ver cómo se dejan el alma, cómo honran el escudo y llevan por bandera unos valores espectaculares es para quitarse el sombrero”, subrayó el técnico, que se mostró “muy orgulloso” tanto de sus futbolistas como del club al que representa. Pese al empate, la sensación en el vestuario fue la de haber merecido más. “En otras condiciones este partido lo hubiéramos ganado”, reconoció.
Gutiérrez incidió en que la UB Conquense compite desde una identidad muy clara basada en el esfuerzo y la intensidad. “A pasión, a derroche y a esfuerzo no nos puede ganar nadie. Tenemos que ir a cada duelo como cuchillo en mantequilla”, afirmó, valorando positivamente la actitud de un equipo al que vio “muy vivo y capaz de todo” durante el encuentro.
El entrenador también abordó uno de los momentos más delicados de la tarde, la decisión del club de prescindir de Josiel Núñez tras negarse a calentar durante el partido. Gutiérrez explicó que se trata de una determinación firme basada en los valores de la entidad. “No ha representado lo que entendemos que debe ser un capitán ni los valores que tiene que llevar por bandera este club. No podemos consentir ciertas acciones”, aseguró, destacando el esfuerzo realizado por los inversores para elevar el nivel del Conquense en los últimos meses.
En el apartado deportivo, el técnico reconoció que los cambios y algunas decisiones condicionaron el desarrollo del choque, aunque defendió las elecciones técnicas realizadas, como la ausencia de Samu, que respondió exclusivamente a criterios deportivos.
De cara al parón navideño, Gutiérrez admitió su carácter competitivo y la frustración por no haber podido despedir el año con una victoria en casa, pero valoró el punto como muy positivo. “Este empate sabe a victoria. El rival era muy exigente y por momentos hemos sido superiores. La gente tiene que estar orgullosa, este es el camino”, señaló.
El entrenador pidió además tranquilidad y estabilidad emocional al entorno, recordando el crecimiento del club y el respeto que ya despierta entre los rivales. “Esto es muy largo. Tenemos un club, un estadio y unas instalaciones espectaculares. Si seguimos compitiendo así, vamos a sonreír todos”, concluyó.