La Confederación de Empresarios de Cuenca apoya la iniciativa denominada ‘La Victoria en la Unidad’ que ha puesto en marcha la Parroquia de San Julián, ubicada en el barrio de Fuente del Oro.
El presidente de CEOE CEPYME Cuenca, David Peña, lo ha conocido de primera mano a través del párroco Jesús Ramón Page que le ha explicado este proyecto de realizar un conjunto escultórico que ocupará la rotonda de acceso al nuevo hospital de Cuenca para que sirva de esperanza, reconocimiento y alianza frente el dolor causado por la pandemia del COVID 19.
En definitiva, la intención es que todos los conquenses sientan que, si se consigue vencer esta enfermedad, es gracias al esfuerzo y la voluntad de todos unidos, cada uno en la medida en que pudo hacerlo, unos en el hospital, otros en el trabajo como sector esencial o en la calle ayudando a otros o incluso en casa sin salir. Y además, siempre teniendo en el recuerdo los que marcharon en el camino, estrellas en la oscuridad.
En este sentido, desde la Confederación de Empresarios de Cuenca se han comprometido a informar de esta iniciativa a sus asociados con el fin de que aquellos interesados en colaborar lo hagan.
De momento ya han apoyado esta iniciativa empresas y particulares, además de administraciones como el Ayuntamiento de Cuenca, la Diputación Provincial de Cuenca, la Junta de Comunidades, el Obispado de Cuenca y la Junta de Cofradías, además de Globalcaja.
Las personas y entidades interesadas en formar parte de esta iniciativa pueden hacerlo mediante un donativo a través de una cuenta de Globalcaja con el concepto “Monumento” y número ES36 3190 1006 0652 7938 5727.
El coste de este conjunto escultórico alcanza los 50.000 euros, y, si las donaciones superaran esta cantidad, el sobrante se dedicará a obra social en la ciudad de Cuenca.
Está previsto que la escultura se coloque coincidiendo con el segundo aniversario del primer día laborable del confinamiento, 16 de marzo.
Escultura
La escultura consta de dos partes, por un lado, una plataforma donde queda reflejada Cuenca mediante las rocas de nuestro entorno, pulidas por la historia y sobre las que siempre respiró nuestra ciudad, además de las ventanas desde las que asoman esas manos que cada atardecer, a las 20:00h, agradecían el esfuerzo de los que se mantenían en primera línea enfrentándose a la pandemia y eran palmeadas por el resto que, confinados, formaban también parte de esta unidad.
En la parte superior hay tres grupos escultóricos de la historia de la victoria gracias a nuestra unidad que constan de un enfermo asistido por un médico para, tras la lucha, ir hacia la segunda parte que es cruzar la puerta hacia la vida de nuevo y por último el reencuentro con la familia en un abrazo que no abrazaba aún y un beso aún inalcanzable, pero todo real, con el niño de puntillas buscando formar parte de esa alegría final.
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